La dirección del gigante automovilístico japonés Honda confirmó ayer el cierre para el 2021 de su única planta en el Reino Unido, según habían adelantado la víspera los medios de comunicación londinenses. La decisión de clausurar la planta en la localidad británica de Swindon supondrá la pérdida de 3.500 empleos y un golpe inestimable para la industria automovilística británica. El anuncio se produce en medio de la gran incertidumbre creada por el brexit, si bien el presidente y consejero delegado de la compañía, Takahiro Hachigo, indicó en la rueda de prensa celebrada en Tokio, que la decisión no está motivada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sino por cambios globales en el mercado automovilístico, que exigen una reestructuración, cara a la nueva era de vehículos eléctricos. En el pasado, sin embargo, Honda había advertido de los problemas que podía causar un brexit sin acuerdo. La compañía vende actualmente más vehículos en Norteamérica, Japón y China que en Europa. Se espera que su producción se traslade a Japón.

En la factoría de Swindon, la única de la empresa japonesa en Europa, se vienen fabricando en torno a 150.000 vehículos al año del modelo Honda Civic. Ese modelo también sale de la factoría en Turquía, aunque en una proporción mucho menor.

«Estamos viendo un cambio sin precedentes en la industria a escala global», explicó Ian Howells, vicepresidente sénior de Honda en Europa. «Tenemos que movernos muy rápido hacia la electrificación de nuestros vehículos, por la demanda de nuestros clientes y por la legislación. No se trata en nuestro caso de algo relacionado con el brexit», insistió. «Es una decisión devastadora», reconoció el ministro para Negocios, Greg Clark. El anuncio se produce dos semanas después de que Nissan renunciara a fabricar su modelo X-Trail en la planta británica de Sunderland. Ford se dispone a suprimir 1.000 empleos. Jaguar Land Rover ha aludido al brexit para futuros recortes.