La huelga general del 8 de noviembre ha alterado la vida cotidiana en Cataluña pero no la ha paralizado. Los efectos del paro convocado por el sindicato independentista minoritario Intersindical-CSC para pedir la libertad de los 'exconsellers' y de los presidentes de Òmnium y ANC se han centrado en las carreteras catalanas, donde se han producido unos 60 cortes. En cambio, el seguimiento de la huelga general del 8-N ha sido mucho más bajo que el "paro de país" del pasado 3 de octubre en el transporte público, el comercio, la industria e incluso en el personal de la propia Generalitat.

El paro general se ha iniciado con la misma rutina que el 3 de octubre aunque con unos resultados muy diferentes. Desde primera hora de la mañana se han producido bloqueos de carreteras en toda Catalunya. Según el primer balance de los Mossos, se han producido 39 cortes de carreteras en la provincia de Barcelona, 16 en Lleida, 5 en Girona y 4 en Tarragona. Después de que miles de personas que intentaban acudir a sus puestos de trabajo se vieran atrapados en las manifestaciones, los Mossos indicaban a través de Twitter que "se está trabajando para reabrir vías cortadas" y pedían "colaboración" de la población.

El pinchazo de la huelga general ha sido evidente en el transporte público de Barcelona, con el metro funcionando a un 85% del nivel habitual, por encima del 50% que prevén los servicios mínimos en las horas punta y del 25% el resto del día, según ha explicado la empresa Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). La línea con mayor seguimiento es la 4 con un 50%, mientras que en el resto hay un servicio "similar al habitual".

La inmensa mayoría de los comercios han abierto con normalidad aunque pendientes de la llegada de algunos piquetes del sindicato convocante y de las organizaciones que apoyan el paro, entre las que se encuentran ANC y Òmnium. A pesar de que esas dos entidades independentistas han intentado reeditar el "paro de país" que tuvo lugar el día 3 de octubre con un amplio apoyo de forma paralela a una huelga general convocada por cuatro sindicatos minoritarios, en esta ocasión no ha tenido la misma receptividad al no haber pactos para cerrar todo el día o unas horas como sucedió hace un mes.

Seguimiento más bajo en la Generalitat

En la Administración , el seguimiento ha sido también mucho más bajo que el que se registró el 3 de octubre, cuando la Generalitat dió un permiso retribuido que días después canceló al obligar a los funcionarios a recuperar las horas no trabajadas. En las oficinas de la Generalitat, un gran número de empleados han acudido con normalidad a sus puestos de trabajo, según varios testimonios, lo que se ha podido apreciar al inicio de la jornada laboral.

El Departamento de Trabajo no tiene previsto dar información sobre el seguimiento de la protesta, a diferencia de lo que sucedió el 3 de octubre, debido a la situación creada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución y por el encarcelamiento de la 'exconsellera' de Treball, Dolors Bassa. Treball, donde siguen en activo el secretario general y los directores generales, está pasando toda la información recopilada a la Delegación del Gobierno central.

Uno de los ámbitos en el que la huelga ha tenido más efecto ha sido en la enseñanza. Las escuelas públicas han abierto a medio gas ya que, aunque trabajan muchos profesores, la afluencia de alumnos ha sido bastante más reducida después de las advertencias de las direcciones de algunos colegios de que "no se podrá garantizar el horario lectivo, la dedicación adecuada al alumnado, el habitual funcionamiento del centro, así como tampoco los diferentes servicios que ofrece el centro".

El sindicato Intersindical-CSC ha agradecido el apoyo de los comités de organizaciones que no pertenecen a la central convocante del paro y ha asegurado que "la huelga no pertenece a ninguna sigla, es de la clase trabajadora y del pueblo". Intersindical-CSC logró la autorización para la huelga tan solo cuatro horas del inicio al rechazar el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) el recurso presentado por la patronal Fomento del Trabajo y dar por buenos los motivos de la convocatoria: la lucha contra la precariedad laboral y contra el decreto que facilita el cambio de sede social.

Los sindicatos CCOO, UGT y USOC y las patronales Pimec y Cecot se han desmarcado esta vez de la huelga general y del "paro de país" al que sí dieron apoyo el 3 de octubre. CCOO y UGT han convocado a los trabajadores a concentrarse hoy a las 12 del mediodía y a las seis de la tarde.