Tras un mes y medio de negociación, Ibercaja y los sindicatos cerraron anoche un preacuerdo que afectará a 590 trabajadores de la entidad en toda España. El preacuerdo se cerró cerca de la medianoche, a escasos minutos de que venciera el plazo fijado para negociar el mayor Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado por Ibercaja en los últimos cinco años.

Las negociaciones se prolongaron a lo largo de la jornada ya que el pacto se resistía debido a dos motivos fundamentales: las indemnizaciones por acogerse a las bajas voluntarias y los traslados por el cierre de oficinas.

En el primer caso, los sindicatos CCOO, Csica y ACI --suponen el 64% de la represesentación-- solicitaban el 90% del salario neto anual para quienes abandonen la entidad a partir de 57 años, pero el banco ofrecía el 80%. Finalmente, el ajuste laboral, que deberá ser ratificado por las organizaciones sindicales firmantes del preacuerdo, recoge indemnizciones del 85% del salario neto anual para los empleados que hayan cumplido entre 57 y 59 años.

Los sindicatos reclamaron asimismo extender las salidas de sus puestos de trabajo a los empleados con 55 y 56 años. Según lo preacordado, los trabajadores de estas edades podrán acogerse a bajas incentivadas, si bien con cantidades inferiores a las planteadas por los sindicatos al iniciarse el proceso negociador.

Otro de los asuntos que encallaron la negociación era el número de bajas. Según lo pactado anoche, el ERE supondrá la salida de Ibercaja de un total de 590 trabajadores, 500 de ellas a través de salidas voluntarias y el resto por traslados. Además, se suprimirán 140 oficinas en toda España, una cifra algo inferior a las planteadas inicialmente (160).

El mayor ERE que aplica Ibercaja en los últimos cinco años supondrá un desembolso para la entidad financiera que oscilará entre los 50 y los 60 millones de euros, según pudo saber este diario.

En un principio, los trabajadores que cumplan las edades fijadas tendrán un mes de plazo para informarse de las condiciones y apuntarse al listado de bajas voluntarias. Sin embargo, las extinciones laborales no se producirán de forma inmediata, sino que habrá un plazo aproximado de un año para que sean ejecutadas.