Desde hoy Caja3 (CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos) pasará a formar parte de Ibercaja a todos los efectos. Han pasado 16 meses desde que ambas entidades firmaran, el 23 de mayo del 2013, un contrato de fusión que han seguido al pie de la letra. La operación forzada por el Banco de España y la Unión Europea ante la debilidad de la entidad absorbida, consolida la creación de un grupo bancario con sello aragonés que se posiciona en el octavo puesto a nivel nacional. La gran asignatura pendiente es ahora resolver la duplicidad de la red comercial de Aragón, sobre todo en la ciudad de Zaragoza, debido al solapamiento de las oficinas de Ibercaja y CAI. Este es el principal motivo de preocupación de los trabajadores.

La plantilla de Caja3 vive la culminación de la integración con una mezcla de sentimientos, entre el optimismo y la inquietud. "Entramos a formar parte de una empresa con futuro. Ni Caja3 ni CAI podían seguir adelante con la exposición de riesgo que tenían", afirmó Gonzalo Postigo, del sindicato Asipa. "Había ganas de que llegara ya la fusión y poder trabajar en un grupo serio, integrado y sin diferencias entre plantillas", apuntó Miguel Ángel Villalba, de CCOO.

Estos buenos deseos contrastan con la preocupación por una nueva reestructuración de oficinas, la mayor de las que ha habido hasta ahora, según los sindicatos. "Hay miedo a lo qué ocurrirá a partir de marzo del 2015", apuntó Villalba. Para esa fecha está previsto que se negocio un nuevo ajuste laboral, que supondrá la reedición de los ERE pactados en dos últimos años en Ibercaja, que se centraron en la salida incentivada de los trabajadores de más edad mediante una fórmula de prejubilación. La inquietud radica en las efectos de la "oleada de cierre de oficinas" que irá asociado a este proceso y los traslados forzosos que pueden derivarse, ya que dependiendo de las distancias geográficas pueden acabar en la salida voluntaria del empleado.

"Esperamos que la movilidad sea razonable", reclamó Villalba. "No tenemos una información fiable, contrastable y segura, esto genera mucho miedo por lo que pueda ocurrir", opinó Postigo. "No sabemos el calado que tendrá este ajuste, pero nos preocupa", reiteró Victoria Camarena, de UGT.

No obstante, los sindicalistas reconocen que es necesario redimensionar la red de Ibercaja, que solo en Zaragoza ronda las 180 oficinas. Hasta marzo del 2015 está prevista la clausura de un máximo de 50 sucursales, de las que ya lo han hecho 21.

CAMBIO OPERATIVO Los clientes no percibirán ningún cambio hoy, ni tampoco los trabajadores. El punto de inflexión más importante a nivel operativo se producirá a partir del lunes 20 de octubre, cuando ya estará activa la integración tecnológica de Caja3 en la plataforma de Ibercaja. Desde ese día, los clientes de ambas entidades podrán hacer uso de los servicios financieros en cualquier de las oficinas del grupo.