A lo largo del último año la mayoría de las entidades financieras españolas se han desprendido de todos los activos relacionados con el ladrillo. Ibercaja Banco también estaría estudiando una operación en este sentido para vender su plataforma inmobiliaria a un fondo extranjero. Según informó Expansión en su edición de ayer, la venta se encuentra en una fase muy incipiente y no será hasta septiembre cuando se decida si se da luz verde a la operación. Fuentes de la entidad aragonesa, por su parte, no quisieron entrar a valorar la información del diario económico y ni desmintieron ni confirmaron la venta.

Si Ibercaja decide finalmente deshacerse de esos activos seguiría la senda marcada por sus competidores y sería el octavo grupo español que vende su inmobiliaria tras Santander, Popular, CaixaBank, Bankia, Catalunya Banc, BMN y Cajamar. Según Expansión, el valor de la inmobiliaria de la aragonesa será inferior al de Cajamar --vendió a Cerberus por 225 millones--, ya que Caja3 traspasó gran parte de sus activos problemáticos a la Sareb el año pasado.

En paralelo a esta operación, y tal y como ya publicó este diario, ibercaja inició en junio la búsqueda de inversores privados para que entren en su capital. La propia entidad ya reconoció que está analizando diversas operaciones corporativas con el objetivo de cumplir con la nueva ley de cajas que impone a la futura fundación reducir su control en su negocio bancario por debajo del 50%. No obstante, dispone de un plazo de cinco años para cumplir con esta exigencia. Según Expansión, la postura entre Ibercaja y los fondos aún están alejadas.