La sede central de Ibercaja ha acogido ya cuatro reuniones del nuevo Expediente de Regulación de Empleo (el cuarto en cinco años) que quiere aplicar el banco aragonés, pero los sindicatos lamentan que aún quedan muchas incógnitas por despejar. UGT, CCOO, Asipa, CGT, ACI y Csica insistieron ayer en que con los datos aportados hasta ahora por la entidad no hay «razones objetivas» que justifiquen la presentación del ERE y denunciaron que el banco está dando información «con cuentagotas» en una clara estrategia de «desgaste y falta de transparencia».

Así, por ejemplo, criticaron que la entidad todavía no ha concretado cuántos empleos pretende recortar en cada provincia ni en qué colectivos de trabajadores quiere basar el ERE, que, en total, contempla la salida de 686 empleados y el cierre de 160 oficinas (55 de ellas en Aragón). Actualmente, Ibercaja cuenta en España con 1.250 oficinas (unas 450 en Aragón) y emplea a 5.550 personas (más de 2.500 en la comunidad).

Por todo ello, los representantes de los trabajadores lamentaron ayer tras salir de la reunión que la entidad «no ha aprovechado» el periodo informal recogido en su convenio y que se lo ha planteado «como un mero trámite». «No ha demostrado una voluntad negociadora real», aseguró Victoria Camarena (UGT), que lamentó que la empresa no aportara ayer ningún dato nuevo y que cerrara este periodo informal con tanta «celeridad».

PERIODO FORMAL / Tras este proceso, y aunque no hay una fecha concreta (Ibercaja no quiere tardar mucho), en las próximas fechas dará comienzo el periodo de consultas formal de 30 días. «Esperamos que sea más productivo, porque si siguen con esta falta de información podríamos impugnar el ERE», afirmó Gonzalo Postigo (Asipa), una advertencia lanzada ya por varios representantes de la plantilla.

Por el momento, los sindicatos han sellado la unidad sindical para afrontar un ERE que se presume conflictivo. De hecho, temen «despidos traumáticos», ya que las extinciones por edad se limitarían a unos 250 trabajadores, en el caso de que abandonaran la entidad los empleados con 58 y 59 años. «Tal y como están las cosas ahora, este ERE tiene pinta de que va a ser traumático y conflictivo», señaló Miguel Ángel Villalba (CCOO), quien, no obstante, recordó que en la entidad hay casi mil empleados de más de 55 años.

Los tres expedientes anteriores, aplicados en 2013, 2014 y 2015 y que conllevaron la salida de 830 trabajadores mediante prejubilaciones o bajas voluntarias, se cerraron con acuerdo. A pesar de que el periodo formal contempla una negociación de 30 días, ésta podría ampliarse si hay voluntad por ambas partes.

Ibercaja, que aduce razones económicas, productivas y organizativas para el ERE, ya informó de que 532 de los 686 afectados saldrían de la red de oficinas, mientras que el resto de ajustes (154) se producirían en la sede central y en las seis direcciones territoriales del grupo.