El mes de octubre del 2014 pasará a ocupar un lugar destacado en la historia de Ibercaja. En este periodo, ha cerrado con éxito tres importantes pruebas que marcarán su futuro. Primero fue, el día 1, con la culminación de la absorción de Caja3 (CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo), la mayor operación corporativa emprendida por la entidad aragonesa. Poco después, el día 20, llegaba la integración tecnológica de todas las oficinas incorporados al grupo, que pasaron a operar bajo su sistema informático. La guinda se puso este domingo, al darse a conocer los buenos resultados cosechados en el decisivo examen del Banco Central Europeo (BCE). Con estos mimbres, Ibercaja abre una nueva etapa con sólidos fundamentos.

Podría decirse que ha obtenido un aprobado con notable en las pruebas de resistencia, en opinión de los expertos consultados y de la propia entidad. El balance es positivo teniendo en cuenta sus especiales circunstancias. Es uno de los pocos grupos que no ha recibido ayudas públicas de forma directa, al margen de los 407 millones en bonos convertibles inyectados en Caja3, que debe devolver en cinco años.

En esta larga crisis, que no acaba de darse por superada, Ibercaja ha tirado de pulmón para hacer frente a las adversidades, sin apenas deshacerse de activos ni diluir la participación del accionista al no haber salido a bolsa. Además es una de las pocas entidades que ha sobrevivido a la purga de las antiguas cajas de ahorros, que en su mayoría han acabado nacionalizadas y fagocitadas por la gran banca.

Pese al esfuerzo en términos de capital que ha supuesto la absorción de Caja3, Ibercaja supera con holgura el llamado test de estrés del BCE. En el escenario base, lograría en el 2016 un ratio de solvencia del 10,6%, frente al 8% exigido, y en el escenario adverso se sitúa con un capital del 7,82%, por encima del mínimo fijado (5,5%). De esta manera, cuenta con un superávit de recursos propios de 657 millones .

Para Natividad Blasco, catedrática de Economía Financiera de la Universidad de Zaragoza, los resultados de Ibercaja son satisfactorios. "A su trayectoria de control del riesgo y buena gestión, ahora suma una visibilidad positiva en el mercado europeo", apunta. "Además de haber sabido superar los problemas del modelo de cajas de ahorros, ahora emerge como una entidad solvente, con el capital suficiente para hacer frente a cualquier problema", agrega. "Después de todo el problema de CAI, no ha respondido mal", apuntó Alfredo Bachiller, doctor en Ciencias Empresariales y profesor de Contabilidad y Finanzas, que se muestra escéptico sobre el balance general de las pruebas de resistencia a tenor de la reacción de la bolsa. "Parece que los inversores no se creen la valoración del BCE", afirma.