Ibercaja ha obtenido en 2018 un beneficio neto de 40,8 millones de euros en 2018, en un contexto de tipos de interés que persisten en mínimos históricos, fuerte competencia en el mercado bancario minorista y transformación del modelo de negocio del sector.

De ese beneficio, según ha informado la entidad bancaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de esos 40,8 millones están excluidos los gastos del Expediente de Regulación de Empleo (-55,8 millones de euros), el impacto de la venta de la cartera de activos improductivos Cierzo (-31 millones de euros) y la elevada tasa fiscal efectiva (49,5 % del beneficio antes de impuestos), por lo que apunta que el beneficio neto de 2018 habría sido de 117 millones de euros.

La entidad bancaria ha continuado el dinamismo de la actividad con clientes, tanto en recursos gestionados (+1,1 %) y su diversificación (el 45 % del total son ya fondos de inversión, fondos de pensiones y seguros de ahorro), como en la nueva financiación crediticia concedida (+4,9 % interanual).

Los ingresos recurrentes avanzan hasta 948 millones de euros, un 2,2 % más que el ejercicio anterior, procedentes principalmente de los ingresos vinculados a gestión de activos y bancaseguros, que crecen un 5,3 % respecto al año pasado y suponen ya el 36,5 % de los ingresos recurrentes del Banco.

Los recursos de clientes totales administrados por Ibercaja han alcanzado los 57.011 millones de euros al cierre de 2018, 617 millones más que hace un año, lo que supone un crecimiento interanual del 1,1 %. La ralentización del ritmo de avance con respecto a ejercicios anteriores se debe a la evolución de los mercados financieros, que restaron a lo largo de 2018 un volumen de 838 millones de euros en esta partida. Excluyendo este impacto, los recursos de clientes crecen un 2,6% en el ejercicio.

La gestión de activos y los seguros de vida ahorro continúan siendo el motor principal de la actividad con clientes, con un incremento del conjunto de estas rúbricas del 1,6% interanual hasta los 25.519 millones de euros, lo que representa el 45% del total de recursos de clientes que gestiona la Entidad, posicionando a Ibercaja a la cabeza dela banca comercial española.

El importe formalizado en nuevo crédito supera los 5.700 millones de euros, un 4,9 % más que el año anterior, representando la concesión a empresas un 69% del total de las nuevas formalizaciones.

Ibercaja se ha situado de nuevo entre los mejores del sector en los indicadores de calidad de servicio más relevantes, ubicándose entre las tres entidades financieras con mayores niveles de calidad objetiva de acuerdo con el estudio de la consultora STIGA.

El número de clientes digitales se ha incrementado un 33 % entre 2016 y 2018, gracias al impulso de las aplicaciones móviles, suponiendo las operaciones realizadas a través de canales digitales el 64 % del total.

Los activos problemáticos (créditos dudosos + adjudicados) descienden en 1.090 millones de euros, lo que equivale a un 26,4 %, y el ratio de cobertura se sitúa en el 51,5 %, frente al 47,9 % del ejercicio anterior.