Los pensionistas aragoneses están que trinan con la carta que les envió hace unas semanas la ministra Fátima Báñez. Apenas trece líneas en las que la titular de Empleo les anuncia una subida en sus pensiones del 0,25% y donde se destaca que "nunca podrán ser congeladas". Lo que no dice la carta, tal y como denuncian los sindicatos, es que el aumento va a generar una "importante" pérdida de poder adquisitivo. Aseguran las centrales que solo durante este año los jubilados aragoneses cobrarían de media unos 160 euros más si el Gobierno hubiera revalorizado las pensiones de acuerdo con el IPC, tal y como, por cierto, prometió Rajoy en su campaña electoral.

"Estos días hemos estado por varios municipios de la comunidad y en todos nos dicen lo mismo: que la carta es un insulto a nuestra inteligencia", critica el secretario de la Unión de Pensionistas de UGT Aragón, Tomás Yago. "Nos bajan el poder adquisitivo y encima alardean de la subida, es indignante", apunta.

En este mismo sentido se manifiesta su homólogo en CCOO Aragón, Jesús Puértolas, que lamenta que la carta "suena a cachondeo". Además, denuncia que el envío de las cartas a los más de nueve millones de pensionistas supone "un dispendio, tal y como está el país". "Más valdría que se hubieran gastado el dinero en otra cosa", señala. El ministerio gastó a principios del 2012 en torno a 3,2 millones de euros en el envío de dos cartas dirigidas a los pensionistas

La situación para algunos jubilados aún es más sangrante, ya que la subida del 0,25% les ha hecho saltar de tramo en el IRPF, por lo que recibe menos que en 2013. "Hay gente que cobra 25 euros menos", indica Yago. Los sindicatos ven en las cartas un "fin propagandístico" que es recurrente en España (como las vallas del Plan E, por ejemplo).