El secretario general de la Energía del Ministerio de Industria, Antonio Fernández, manifestó que el Gobierno estudia la posibilidad de mantener las tarifas eléctricas de las grandes compañías (que deberían desaparecer en el 2007), ya que, según señaló, estas empresas ayudan a mantener la estabilidad del sistema eléctrico. Así lo señaló en la clausura de la jornada Problemática de la energía en diversos sectores industriales , organizada por la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA) y la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE), que se celebró ayer en Zaragoza.

A lo largo de una intensa sesión, industrias con gran consumo de energía en la comunidad, como Aragonesas, Hidronitro, Torraspapel, Cemex y Acelor, mostraron su preocupación por la oferta energética, sus garantías de suministro y expectativas de precios. En este sentido, Fernández declaró que el Ejecutivo actual es "sensible" a la propuesta de las empresas, que piden prorrogar hasta el 2010 la desaparición de las tarifas de alta tensión.

Esta tarifa, que se aplica a las empresas de gran consumo de energía, permite asumir un coste más bajo a costa de determinadas cuestiones, como la interrupción del suministro cuando aparece un problema, consumir en horas de poca demanda o corregir la potencia. El secretario general de Energía consideró "sensato" el planteamiento de AEGE, "ya que aportan un buen funcionamiento al sistema eléctrico y eso es beneficioso para todos los consumidores".

MANTENER LOS BENEFICIOS Fernández dijo que estudian "con cuidado y con interés" la posibilidad de eliminar la obligación de que estas tarifas desaparezcan en el 2007, con la idea de "tomar una decisión relativamente pronto en el plano político". Señaló que si no desaparece en ese año, las grandes empresas consumidoras de energía podrán seguir beneficiándose de esos precios menores por sus aportaciones a la estabilidad del sistema.

Sin embargo, si el mercado se liberalizara completamente "todo ese conjunto de aportaciones al sistema desaparecerían y los precios subirían por encima de lo que están pagando ahora", continuó. Fernández avanzó que, una vez que la tarifa desaparezca (no antes del 2010), "se estudiarán medidas para que puedan seguir beneficiándose de precios menores en un mercado liberalizado".

El consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, también se mostró de acuerdo con la propuesta de mantener la tarifa de alta tensión hasta que el sector se adapte y esté preparado para competir en un mercado liberalizado. "El plazo debe ampliarse", manifestó Aliaga, que subrayó la necesidad de que las empresas "puedan hacer sus inversiones en horizontes donde los precios de la energía estén claros". En Aragón, las empresas de gran consumo aglutinan el 33% de toda la energía que se produce en la comunidad.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de AEGE, Javier Penacho, dijo que las empresas asociadas, que suponen el 15% de la demanda de energía eléctrica de España y el 10% de la de gas, piden tiempo para que el mercado eléctrico avance de verdad en competitividad. Además, agregó que se comprometen a negociar directamente con la red eléctrica para que esa tarifa aparezca en el mercado y repercuta a favor de los consumidores.