El sector del automóvil en Aragón no recuerda un final de año como el que se avecina. El lanzamiento de dos nuevos modelos (el Mokka y el nuevo Corsa) en apenas tres meses supone un reto mayúsculo para Opel España y tiene visos de convertirse en el gran revulsivo de la economía aragonesa. El desafío no tiene precedentes. Todavía resulta difícil calibrar cuál será su impacto en el conjunto del tejido productivo, pero su efecto arrastre será constatable en los grandes indicadores de la comunidad del último cuatrimestre del año.

Por lo pronto, su impacto se percibe ya en las empresas auxiliares de Figueruelas, pero también en otros otros sectores como los servicios y la logístico, con la Terminal Marítima de Zaragoza a la cabeza (TMZ). El consenso es casi absoluto entre los expertos: la industria del motor está llamada a abanderar la salida de la crisis en Aragón.

El epicentro de este seísmo es la planta de Figueruelas, que en el plazo de dos años será una de las pocas factorías en el mundo que fabrique cuatro modelos diferentes (Corsa, Mokka, Meriva y Citroen C3 Picasso). Estos dos últimos lanzamientos tendrán lugar en el 2016, un año en el que Opel España estará a plena capacidad de producción (485.000 vehículos al año), según las previsiones de la multinacional. Además, la fábrica aragonesa se consolidará como la planta más productiva de Opel en Europa. De momento, este año prevé cerrar con más de 315.000 coches producidos y se situará en el entorno de los 410.000 al cierre del próximo año, según las últimas estimaciones de la compañía.

Pero la gran locomotora del automóvil en Aragón no arranca sin sus empresas proveedoras. El gerente del cluster de la automoción de Aragón (Caar), David Romeral, subraya que el sector ya se encuentra "a tope de trabajo" tanto en las áreas de producción como de logística y calidad, y cree que solo este año experimentará un incremento de la facturación de, al menos, el 10%. "Nunca antes se habían lanzado dos modelos en un plazo tan corto", y eso "está cambiando las expectativas de la economía", asegura Romeral. Y añade: "el sector ha demostrado ser muy competitivo y ha comenzado a generar confianza en Aragón", algo que se había perdido en estos últimos años.

UN ENTORNO FAVORABLE Por tanto, la industria del motor será estratégica en estos años de transición hasta la salida definitiva de la crisis. Romeral recalca que el potencial de Aragón en la industria del motor crece de forma exponencial al calor de las nuevas adjudicaciones de modelos a las plantas españolas y de una reducción de costes que sitúan a las fábricas españolas, entre las más competitivas de Europa. Así, Aragón ocupa los primeros puestos del ranking, lo que colocan a la comunidad como un territorio atractivo para albergar nuevas inversiones. Solo General Motors ha desembolsado 450 millones de euros en Aragón en los últimos tres años. Un informe del cluster de la automoción revela que el 80% de la producción de coches en España --segundo país con mayor volumen de exportaciones-- se encuentra en un radio de unos 350 kilómetros alrededor de Aragón, que, a su vez, aglutina el 15%.

La aceleración del sector del automóvil comienza a plasmarse ya en el empleo. La factoría de Figueruelas ha recuperado mil trabajadores que se encontraban afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y la expectativa es crear nuevos puestos de trabajo en los próximos años, porque en el corto plazo "ya no habrá más EREs", afirmó recientemente su presidente de Opel España, Antonio Cobo. De momento, en la planta trabajan casi 6.000 personas y otras 20.000 lo hacen en las empresas auxiliares.

EL TIRÓN DEL 'MOKKA' Todo este proceso tiene su punto de inflexión en el lanzamiento del Opel Mokka, que comenzará a fabricarse en Figueruelas a finales de agosto. Será el modelo que mayor valor añadido aporte a la economía aragonesa, principalmente, porque se trata de un producto nuevo y porque elevará el volumen productivo. Opel España prevé fabricar 20.000 unidades de este vehículo entre septiembre y finales de este año, y otras 80.000 durante todo el 2015.

El número de pedidos del Mokka desde que se puso a la venta este modelo roza ya las 215.000 unidades en Europa, según datos facilitados por General Motors, pero el potencial es todavía mayor, según afirma el gerente de Opel Zavisa en Zaragoza, Víctor Lalanza. "Si no se ha vendido más es porque el plazo de entrega rondaba entre los cuatro y los seis meses". Algo que a partir de septiembre no ocurrirá, ya que el modelo ya se fabricará en Figueruelas. A pesar de ello, hasta ahora el ritmo de ventas ha sido de un vehículo al día en el concesionario", dice Lalanza.

Además, el Mokka tendrá el 40% de sus proveedores localizados en el entorno de Figueruelas en solo unos meses. Hasta entonces, pero también posteriormente, la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ) está haciendo de correa de transmisión entre Corea --donde se fabrican el resto de componentes-- y la capital aragonesa. La campa de esta terminal ha ampliado su capacidad en un 50% hasta 37.500 metros y se ha convertido en una pieza clave para la industria del automóvil. La llegada de los contenedores de GM suponen ya el 25% de su actividad actual y, lo que ha consolidado a la TMZ como la segunda infraestructura de este tipo a nivel nacional.

El colofón a este semestre frenético lo pondrá el lanzamiento del producto estrella de Figueruelas: el Opel Corsa, que es el modelo con mayor peso productivo en Figueruelas. De este modelo se fabrican más de 200.000 vehículos cada año en Zaragoza y las previsiones apuntan a 270.000 en el 2015, que se sumarán a las 80.000 del Mokka y a las 60.000 del Meriva. En 2016 llegará el C3 Picasso.