El banco holandés ING despedirá a casi 3.000 empleados de los Países Bajos en los próximos tres años en el marco de un proceso de digitalización de su toda su red. Del total de empleos suprimidos, 1.075 corresponden a contratados externos de la entidad bancaria. Para llevar acabo esta reestructuración ING invertirá unos 200 millones de euros entre el 2015 y el 2017. La entidad se ha fijado como objetivo ahorrar unos 270 millones de euros anuales a partir del 2018.

La mayor parte de los despidos se producirán en las oficinas centrales, así como en los centros de soporte y departamentos informáticos. Los directivos de la entidad han considerado necesario que todos los servicios telemáticos --internet, móvil, atención al cliente y sucursales-- se agrupen en una sola plataforma que daría servicio a un número más creciente de clientes que utilizan cada vez más los canales informáticos para realizar sus operaciones.

"Desafortunadamente, la mayor eficiencia en los métodos de trabajo impactará en muchos de nuestros empleados", justificó Ralph Hamers, consejero delegado de ING Group. ING emplea a 53.000 personas en todo el mundo, 16.000 de ellas en Holanda, cuenta con 8,1 millones de clientes particulares y 600.000 empresariales, y en el 2013 ganó 3.200 millones de euros.

Hace un mes esta entidad bancaria y aseguradora rebajó en España la rentabilidad de su cuenta naranja al 0,5%, la segunda bajada en este semestre que se inició con una rentabilidad del 1%.

Durante la reciente crisis bancaria, ING tuvo que ser rescatada por el Gobierno holandés que acudió en su ayuda con 10.000 millones de euros.