El Programa Regional de Acciones Innovadoras de Aragón, Innovaragón, ha superado todas las expectativas que generó con su puesta en marcha en el 2002. Así se puso de manifiesto en la jornada que se celebró ayer en el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) y en la que, a modo de clausura del programa, se pusieron de manifiesto los resultados alcanzados. La iniciativa ha servido para estimular la competitividad de las empresas de la comunidad a través de distintas iniciativas estructuradas en torno a la innovación, al territorio y al empleo a través de la tecnologías de la información, y la cooperación, tanto entre demanda y oferta de servicios innovadores, como entre las propias empresas.

La iniciativa privada, representada de forma específica por pequeñas y medianas empresas, ha demostrado un alto grado de implicación. Así, el 72% de los beneficiarios de Innovaragón --que ha contado con unos fondos de 4,23 millones de euros-- han sido pymes. El programa se ha articulado en torno a cuatro medidas. Por un lado, Plasec, que buscaba apoyar la puesta en marcha de plataformas sectoriales estables de impulso a la innovación. De alguna forma, se ha convertido en un proyecto piloto para identificar los clusters tecnológicos que existen en la región.

En el caso de los proyectos de Coopera --que buscaba la cooperación entre los agentes del sistema de innovación, mediante proyectos de desarrollo tecnológico en las pymes-- han permitido impulsar iniciativas de participación para ir inculcando estos nuevos factores de competitividad en la pequeñas empresas.

Por su parte, Labora pretendía aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías de cara a facilitar nuevas formas de organización del trabajo, fomentar el espíritu de empresa a través del equilibrio territorial. El teletrabajo es un ejemplo. Así se ha creado un centro de servicios para promover esta modo de gestión en los nuevos yacimientos de empleo, se han apoyado iniciativas muy diversas y se han promovido 17 empresas, creándose 56 empleos.

Por último, Redes ha posibilitado la participación de Aragón en las redes diseñadas para la identificación e intercambio de buenas prácticas innovadoras con otras regiones europeas. El carácter experimental del programa ha supuesto un importante aprendizaje que ahora debe consolidarse.