Italia prometió anoche que, si es necesario, efectuará un ajuste presupuestario para mantener el déficit público por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB). El ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, intentó evitar así que su Gobierno sea amonestado por la UE por el descontrol de sus finanzas.

La propuesta de la Comisión Europea de aprobar una advertencia formal preventiva a Italia por su elevado déficit público fue el principal tema de discusión en la reunión del Eurogrupo. Pero un grupo de países defendió la posibilidad de conceder a Italia unos meses para presentar medidas de ajuste concretas antes de pronunciarse sobre la propuesta del Ejecutivo comunitario.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, defendió la necesidad de advertir a Italia, máxime cuando el Gobierno italiano acaba de revisar a la baja sus previsiones de crecimiento económico del 1,9% al 1,2%. También ha revisado su previsión de déficit, hasta el 2,9% del PIB, a una décima del techo máximo.