La caída por segundo trimestreconsecutivo del producto interior bruto (PIB) de Italia arrastra al país a la recesión; se convierte en un lastre para la economía de la Unión Europea y llevó a las bolsas a intensificar la inestabilidad del ya volátil mes de agosto. El mercado italiano acusó directamente el desapego de los inversores. La Bolsa de Milán perdió el 2,7% y el bono a 10 años se fue al alza para acabar con un largo periodo de caída de su rentabilidad.

Italia arrastró a la baja a las plazas europeas. Pero por un momento se pensó que podía ser peor, cuando varios de los principales parquets se movieron con pérdidas por encima del 1,5%. Finalmente se impuso la calma, y los descensos acabaron siendo inferiores al 1%, salvo en el caso de la bolsa española, donde el Ibex 35 cedió el 1,04%, hasta los 10.246 punto, y la portuguesa: el principal índice de Lisboa, el PSI-20, cayó el 4,07%, hasta 5.579,68 puntos, debido a las pérdidas del sector bancario. Igualmente, la prima de riesgo ambos países se movieron al alza. La española se fue hasta los 150 puntos básicos, mientras que la portuguesa se movió hasta los 270 puntos.

De los grandes valores solo subió Telefónica, el 0,13 por ciento, por informes favorables sobre su disposición a comprar GVT. Solo otras dos compañías del Ibex subieron: DIA, el 1,29%, e IAG, el 0,92%.

Los malos datos de pedidos industriales de Alemania también agravaron una situación ya de por sí complicada en Europa por el conflicto de Ucrania. La acumulación de 20.000 soldados rusos cerca de la frontera no hacen presagiar nada bueno, intuyen los inversores.