El cargo no ha cambiado a José Montilla, que prefiere seguir siendo dueño de sus silencios antes que prisionero de sus palabras. Siempre prudente, aún se le nota más cómodo y locuaz hablando del PSC y de la política catalana que de su nueva responsabilidad como ministro de Industria, Comercio y Turismo.

--La industria vive momentos muy duros por la marcha de empresas a otros países, ¿cómo lo enfoca?

--Hasta el momento, la deslocalización no es un fenómeno preocupante. Eso no quiere decir que no pueda serlo en el futuro. Es obvio que se producirán determinadas deslocalizaciones, como ya se produjo la de una parte del textil, pero no hay que dramatizar.

--¿Hay que ir a una mayor liberalización del comercio y sus horarios?

--Queremos avanzar con el conjunto del sector, y de forma concertada, en la flexibilidad de los horarios comerciales manteniendo lo establecido por la ley de comercio del 96. Esta ley hace posible que las autonomías establezcan un número de aperturas en festivos respetando un mínimo. La unidad del mercado no se va a romper por esta circunstancia. Lo que vamos a hacer es conciliar los intereses de consumidores y trabajadores del sector, de grandes superficies y del comercio urbano, dentro del respeto a las autonomías.

--¿La propuesta será abrir menos?

--En estos momentos hay una obligación de abrir un mínimo de 90 horas, que yo creo innecesaria. La realidad europea en este sector no es la que a veces se explica. Hay países más intervencionistas que otros.

--¿Hay margen para bajar los precios de la energía?

--Lo importante en la energía es garantizar el suministro y mejorar la calidad y eficiencia. Luego, si es posible bajar los precios, mejor. Pero lo prioritario es la seguridad y calidad.

--¿Ve problemas en la garantía del suministro de energía?

--No veo riesgos si Administración y empresas hacemos los deberes.

--Pero las empresas de gas admiten que sus reservas están a la mitad y que puede haber problemas de suministro en el invierno.

--Las empresas tienen muy claro cuál es su responsabilidad. Yo he aprovechado para recordárselo esta misma semana y estoy convencido de que todo el mundo cumplirá con sus obligaciones. Otra cosa es que, en estos momentos, por el alza de precios en la materia prima, hayan optado por reducir reservas.

--¿Cómo se resolverá el reto de Kyoto en nuestro país?

--Antes de decidir el Plan Nacional de Asignación de Emisiones de Gases hablaremos con todos los sectores, pues es un tema que puede afectar a la competitividad de algunos sectores industriales.

--¿Le va a costar Kyoto mucho dinero al Presupuesto? ¿Y a los consumidores?

--Es muy pronto para saberlo.

--¿Qué pasará con las nucleares?

--Queremos reducir progresivamente la energía de este sector, pero sin poner en peligro el sistema, porque pondríamos en peligro el bienestar de los ciudadanos.

--¿Tiene sentido retomar una fusión de Gas Natural e Iberdrola?

--Eso es algo que afecta a empresas privadas y sus decisiones son sólo suyas. El Gobierno debe velar porque se cumpla la legalidad y garantizar derechos y deberes.