La limpieza de amenazas legales y el lavado de imagen continúan en JP Morgan Chase, el mayor banco de EEUU. Hoy las autoridades podrían anunciar un acuerdo con la entidad relativo al caso de la estafa de Bernard Madoff. Según las filtraciones ya publicadas ayer por medios estadounidenses, el banco accederá a pagar algo más de 2.000 millones de dólares en multas por haber ignorado o por no haber alertado a las autoridades del fraude masivo de Madoff. El financiero, arrestado en diciembre de 2008 tras hacer perder a sus clientes miles de millones de dólares en dos décadas, usó JP Morgan como el principal banco

La fiscalía y el FBI han estado investigando si JP Morgan no alertó a las autoridades de las actividades de Madoff, a pesar de que estas habían hecho saltar sus alarmas. De hecho, uno de los ejes del caso que construían contra el banco es que no presentó un informe formal ante las autoridades en EEUU alertando de sus preocupaciones sobre Madoff cuando sí lo hizo ante las autoridades del Reino Unido.

Aunque el banco siempre ha defendido públicamente que "todo el personal actuó de buena fe" y ninguno de sus directivos ha sido imputado o acusado, ha decidido alejar el fantasma de demandas en los sistemas de justicia criminal y civil con el pacto. Y este, según las informaciones de prensa, incluirá una provisión que básicamente suspende una imputación mientras JP Morgan reconozca los hechos y cambie su comportamiento.

RESTITUIR A LAS VÍCTIMAS La principal parte de la multa --más de 1.500 millones según The Wall Street Journal-- la recibirá el Departamento de Justicia, que destinará la mayoría del dinero a restituir a las víctimas de Madoff. El resto de lo que desembolse JP Morgan Chase irá a dos agencias del departamento del Tesoro: la oficina del Controlador de la Moneda y la Red de Persecución de Crímenes Financieros.

El pacto representa el último esfuerzo del banco que dirige Jamie Dimon por acabar con los peligros legales que le han creado sus actuaciones cuestionables en los últimos años. Solo en el último año JP Morgan ha llegado a pactos con las autoridades por los que ha tenido que desembolsar 20.000 millones de dólares, incluyendo 13.000 por la venta de activos hipotecarios problemáticos en el periodo que precedió a la explosión de la última crisis.

The New York Times aseguraba ayer que estos acuerdos reflejan "una nueva actitud de conciliación en J. P. Morgan". El diario también asevera que "hay creciente impaciencia entre los directivos (de la entidad), a los que preocupa que el escrutinio reste atención a sus beneficios récord".

El Times también recordaba ayer que, pese a los pactos recientes con las autoridades, hay nuevas amenazas para el banco. Entre ellas, una investigación federal abierta por posibles sobornos por las prácticas de la entidad de contratación en China. Allí, J.P. Morgan mantuvo un programa, llamado "Hijos e hijas", por el que contrataba a hijos de las élites chinas.