El hasta ahora presidente de la Fundación Caja Inmaculada (CAI), Juan María Pemán, fue nombrado ayer, por unanimidad, nuevo director general de la institución. Su puesto lo ocupará Rafael Alcázar, expresidente de CAI (2006-2008). La decisión, que fue adoptada en la reunión que ayer celebró el patronato de la fundación, permitirá a Pemán percibir una remuneración por su nuevo cargo --alrededor de 90.000 euros--, algo que anteriormente resutaba imposible, tal y como marca la legislación para todos los patronos de cualquier fundación de Aragón.

Según ha podido saber este diario de fuentes solventes, la Fundación CAI --constituida en mayo de este año-- solicitó autorización hace varios meses para que la presidencia del patronato pudiera estar retribuida. Pero finalmente, tras varias peticiones y reuniones, la DGA --a través de la consejería de Política Territorial-- denegó tal posibilidad.

El comunicado remitido ayer por la Fundación CAI subraya que los cambios en el patronato responden a la "necesidad de adaptar la estructura de la institución a su nueva forma jurídica y supone la culminación del proceso de transformación emprendido por la CAI". La nota añade que también permitirá que "el anterior presidente siga teniendo una dedicación muy intensa a la consolidación de la fundación en la nueva etapa, en la que se abren retos muy importantes para la misma".

El patronato, integrada por 12 miembros en representación, principalmente, de Acción Social Católica (entidad fundadora), tiene un presupuesto este año de 6 millones para ejecutar tareas ligadas al fomento y desarrollo de la obra social.