Juan Rosell Lastortras (Barcelona, 1957) opta a la reelección como presidente de la CEOE en los comicios del miércoles. Parte como favorito al contar con 306 avales de 77 organizaciones, el 40% de los electores con derecho a voto.
--La CEOE ha sido lenta en atajar los casos de corrupción.
--El código ético de la CEOE no es el Tribunal Constitucional ni la Santa Inquisición. La CEOE es una confederación y aquí llega mucha gente en representación de las organizaciones sectoriales y territoriales. Según nuestro código ético, si hay un problema en una organización nosotros no podemos decirles desde arriba lo que tienen que hacer.
--¿No hay fórmulas de expulsar a los corruptos de la CEOE?
--Tiene que ser su organización. Nosotros no podemos decidir por las 4.000 patronales.
--¿Está satisfecho del código ético?
--Con las experiencias que tenemos, creo que lo podemos mejorar. Hace cuatro años no había codigo ético, ni auditoría, y ahora, desde esta semana, estamos en el portal de transparencia.
--Ha confesado que se ha encontrado obstáculos e inercias en la patronal para hacer reformas.
--En este tipo de organizaciones es difícil cambiar pautas de comportamiento e incorporar ideas nuevas respecto a lo que se ha venido haciendo en los últimos años.
--Si gana ahora, como no puede optar a la reelección, ¿cree que sería más fácil hacer reformas en la CEOE?
--Sin duda, da más libertad porque en según qué cosas ya no tienes que pactar con nadie. Pero he hecho la mayoría de las reformas.
--¿Comparte el optimismo de Rajoy sobre la economía?
--Venimos de una caída del PIB acumulada del 6% y ahora el ritmo de crecimiento está alrededor del 2%. Hay datos positivos, sobre todo el mercado laboral.
--El mercado laboral crea mucho empleo temporal y precario...
--Nuestros datos de tiempo parcial son del 16% sobre el total; en Alemania son el 26% y en Holanda del 50%.
--¿El mercado laboral alemán es más precario que el español?
--En términos de contratos a tiempo parcial, sí. En temporalidad tenemos más o menos la misma que en Alemania.
--También podemos compararnos con los sueldos.
--En términos de empleo, en Alemania hay 4,5 millones de minijobs. Y el contrato a tiempo parcial es el 26% del total. Si lo comparamos, salimos ganando. Lo que tenemos muy negativo en España es el paro.
--Insiste con los minijobs...
--Queremos libertad para contratar.
--Si la economía mejora, ¿ha llegado la hora de subir sueldos?
--Los sindicatos hicieron un esfuerzo en los años 2012, 2013 y 2014. Si se confirman los datos positivos del PIB, habrá empresas que mejorarán los salarios.
--¿Por donde irá el acuerdo de negociación colectiva?
--Cualquier incremento supone una ganancia cuando la inflación está cercana a 0%.
--¿Le inquieta el auge de Podemos y la crisis del bipartidismo?
--Es un fenómeno que no es exclusivo de España, sino de toda Europa. En el programa de Podemos no hay números, solo hay palabras, y los empresarios queremos cosas concretas.
--¿Cree que hay manera de retomar el diálogo entre Cataluña y el Gobierno español?
--Los políticos catalanes no saben explicarse en Madrid y los políticos de Madrid y del entorno del Estado no saben lo que pasa en Cataluña. La ventaja es que la situación económica mejora y no será el objetivo número uno del Gobierno español. Esto desde el punto de vista de la reestructuración territorial será terriblemente importante.
--¿Hace falta una reforma de la Constitución?
--No soy experto en derecho constitucional, pero si muchos países hacen cambios, no pasaría nada por que se hagan aquí. Nunca están cerradas todas las vías de diálogo entre España y Cataluña.
--¿Cómo ha acabado apareciendo usted en una fotografía con el pequeño Nicolás?
--Mi hijo también me lo pregunta. Estábamos comiendo en un restaurante el presidente de CEIM, Arturo Fernández; el secretario general de UGT; el secretario general de UGT de Madrid y yo. Vino este chaval acompañado de otra persona y nos preguntó si podía hacerse una fotografía con nosotros. Y aquí se termina la historia.
--¿No se habían visto antes?
--Nunca. Me parece que el chaval es un crack, un gran comercial.