El magistrado Fernando Andreu lo tiene claro. Los expresidentes de Caja Madrid y Bankia, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, respectivamente, perpetraron el saqueo de estas entidades al «consentir, aceptar y propiciar» un gasto de 15,5 millones de euros en tarjetas b desde el 2003 hasta el 2012. Por ello, les obliga a devolver esta cantidad más un 25% de recargo bajo la amenaza del embargo de sus bienes. Blesa ya ha anunciado que no podrá hacer frente a esta fianza en concepto de responsabilidad civil mientras que Rato dejará en depósito inmuebles de su propiedad para evitar la incautación de sus bienes, según fuentes bancarias.

El togado explicó ayer, en dos resoluciones casi calcadas, que decidió el pasado jueves aceptar la petición de Anticorrupción de imponer a los exbanqueros una fianza civil para asegurar el pago del perjuicio causado a Caja Madrid y Bankia. Y asegura que ambos autorizaron «mediante su entrega a nuevos consejeros o directivos que tomaban posesión de su cargo durante su mandato» la utilización de tarjetas b que les supuso «la percepción de cantidades en concepto distinto al retributivo».

También les reprocha que hayan ocultado el gasto de estas tarjetas al contabilizarlas «de forma encubierta para evitar el control de los auditores y de los órganos supervisores». Asimismo, el juez afirma que este medio de pago no tenía soporte «o sustento que justifique «su existencia, entrega u operativa.

LA LEGISLACIÓN

El togado cita la ley de la Comunidad de Madrid sobre Caja Madrid del 2003 que estableció que los directivos de esta entidad no podían percibir otras cantidades distintas a las asistencias e indemnizaciones. Por ello, Andreu asegura que Blesa y Rato incumplieron «estas pautas» al permitir la emisión y uso de las tarjetas b. También les recrimina que no ejercieran ningún «control o supervisión» de los gastos de las tarjetas.

Por ello, les imputa un delito continuado de administración desleal que se aplica a los responsables de empresas «que realicen una serie de conductas causantes de perjuicios, con abuso de las funciones propias de su cargo».

El magistrado confirma que esta investigación, que se inició tras dos auditorías encargadas por los actuales gestores de Bankia, está en sus inicios, pero sostiene que ya existen «indicios de criminalidad» contra los exbanqueros. Y aclara que existe «un peligro suficiente» de que ambos puedan «malbaratar» sus bienes hasta que se celebre el juicio. Además, justifica su decisión por «la gravedad y complejidad de los hechos».

Andreu ha dado un plazo de tres días a los imputados para que depositen en el juzgado las fianzas. Sin embargo, Blesa ya ha comunicado que no tiene 16 millones de euros en efectivo ni patrimonio para cubrir esta cantidad. Por ello, ha asumido que el juez le embargará sus bienes.

Por su parte, Rato presentó ayer un escrito en el juzgado en el que pide que le desglosen los 2.585.700 euros que se le imputa como gastos generados durante su mandato en Caja Madrid y Bankia. También quiere saber si en esta cantidad ya se han descontado los 197.459 euros que él y otros tres exdirectivos reintegraron en julio.

LA REACCIÓN

Fuentes del entorno de los exbanqueros han reconocido que están bastante afectados por esta medida porque no se la esperaban. Y es que, al final, «lo más pequeño se ha vuelto lo más grande», cuando la investigación giraba sobre la salida a bolsa de Bankia o el cambio de sus cuentas anuales.