Las manifestaciones de las kellys convocadas el fin de semana pasado constituyeron, sin saberlo la gran mayoría de sus asistentes, el preludio de un acuerdo batallado durante años por el colectivo de camareras de piso: el reconocimiento como enfermedades profesionales de determinadas dolencias asociadas al desgaste propio de su oficio. «Algo ya esperábamos», admiten fuentes presentes en la negociación.

Las concentraciones que tuvieron lugar en diez ciudades de toda España fueron convocadas por Kellys Union, una de las organizaciones de defensa del derecho de las camareras de piso. «El acuerdo es un primer paso», afirma su portavoz, Amparo Suazo. Esta mujer de mediana edad y origen latinoamericano, perfil recurrente entre las profesionales del oficio, se refiere al pacto sellado entre el Ministerio de Trabajo, patronales, sindicatos y comunidades autónomas para instar «inmediatamente» a las mutuas a ampliar la lista de enfermedades profesionales. Ese «inmediatamente» que transmitió Trabajo en su comunicado se materializará a lo largo de la entrante semana, según fuentes del ministerio.

La instrucción será emitida desde de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social y tendrá carácter vinculante, ya que hasta ahora había algunas mutuas que reconocían determinadas dolencias y otras que no. El síndrome del túnel carpiano, la bursitis y el codo del tenista son algunas de las que se introducirán. Actualmente, sin el reconocimiento de dichas dolencias, la categoría de «personal de limpieza» ya es la que más partes médicos ha registrado en el primer semestre del 2018 en la Seguridad Social.