«La brecha de género se dispara cuando el mercado mejora»

-Se están experimentando crecimientos del empleo sostenidos en los últimos meses. El descenso internaual es de un 15,90%, eso significa 12.000 desempleados menos. La cifra intermensual también es positiva y somos los segundos mejores tras Cataluña. Pero el servicio público de empleo, además de tratar de contribuir a que permanentemente descienda el desempleo, queremos que lo haga en buenas condiciones. Por ello, buscamos que los contratos sean mayoritariamente indefinidos, que no se produzca una devaluación de salarios, que la protección por desempleo acompañe a las personas que no tienen una oportunidad laboral... También hay otras variables que no competen al Inaem.

-De todos los contratos firmados en junio, ¿qué porcentaje fueron de carácter temporal?

-Con carácter general estamos alrededor de un 92% de temporalidad de los contratos nuevos que se suscriben. En algunos meses hemos llegado al 10% de contratos indefinidos, lo que consideramos un dato relevante. Ahora hay una voluntad muy clara de que los recursos públicos solo ayuden cuando la empresa decida suscribir un contrato indefinido. En el 2016 teníamos una contratación indefinida subvencionada al 69%, mientras que ahora estamos en el 98%.

-¿Qué porcentaje de inserción laboral presentan los programas del Inaem?

-Las ayudas de fomento del empleo ya en sí mismas son contrataciones al 100%. Si tenemos en cuenta los acuerdos de compromiso de contratación con empresas estamos consiguiendo índices de inserción del 74%. Si miramosa al Centro de Tecnologías Avanzadas (CTA) se alcanza casi el 80%. Los programas formativos más generalistas están alrededor del 45% los primeros 6 meses.

-El CTA es un modelo de éxito. ¿Cuál es su valor?

-Todo profesional tiene que tener competencias digitales. El CTA es capaz cada año de anticiparse a las necesidades del sector y, por ello, se ha convertido en referente nacional e internacional. Los resultados avalan el centro. Los índices de inserción son de calidad y el grado de satisfacción está en 9 sobre 10.

-¿Cuáles son los perfiles más demandados en el mercado?

-El mercado está cambiando. La Europa 2020 está augurando que solo el 15% de los puestos de trabajo que se pongan a disposición no van a requerir de ninguna cualificación profesional. De manera que la necesidad de incrementar la formación de los profesionales tiene que ser una constante. Nos estamos dando cuenta de que cada vez las empresas están poniendo más en valor las competencias trasversales, la capacidad organizativa, resolutiva y adaptativa de los trabajadores. En segundo lugar, están adquiriendo una importancia muy reseñable las competencias digitales, ocupes el puesto que ocupes. Otro tipo de competencias cada vez más demandadas son las lingüísticas, sobre todo la lengua inglesa. Se utiliza como método de criba.

-¿Tienen las empresas dificultades para encontrar los perfiles que demandan?

-Estamos detectando que hay una relación directa entre el impacto del desempleo y las personas sin cualificación. De manera que de las 66.494 personas que se encontraban a finales de junio en situación de desempleo en Aragón, el 69,7% eran personas que solo tenían la primera etapa de la educación secundaria o inferior. Un sector con problemas es el de las nuevas tecnologías. No están surgiendo vocaciones a la misma velocidad que crece la demanda.

-¿Qué ofrece el Inaem a los sectores más vulnerables?

-Una de nuestras prioridades es segmentar e individualizar los programas y servicios que ofrecemos a estos colectivos. Para los parados de larga duración estamos diseñando un itinerario coordinado con los agentes sociales. Y hemos conseguido revertir las cifras de desempleo. Si en junio del 2017 la tasa de descenso interanual del desempleo en Aragón estaba situada en el 15,90%, para las personas en situación de desempleo de larga duración se situaba en torno al 18%.

-¿Todavía existe una brecha entre mujeres y hombres?

-Cuando el mercado de trabajo mejora, la brecha de género se dispara. Los hombres se incorporan antes y las mujeres llevan un ritmo más lento. Existe una brecha en términos de desempleo de casi 15 puntos de diferencia en la actualidad (42 frente a 57). En el caso del programa de ayudas para la incorporación de socios a entidades cooperativas hemos comprobado que, una vez se reorienta la política pública y se dirige hacia el colectivo de mujeres, la modificación de los beneficiarios de las ayudas es sustancial. Mientras que antes el 30% de los beneficiarios eran mujeres, ahora está en el 55%.

-También hay muchos jóvenes con formación desmotivados porque no encuentran trabajo…

-Muchos han entrado en un terrible círculo vicioso de que nadie les contrata porque no tienen experiencia laboral y no adquieren experiencia porque nadie les ha contratado. Si tenemos en cuenta los datos del primer trimestre de la EPA, mientras la tasa de desempleo en Aragón era del 13,13%, la de los jóvenes era 22 puntos superior. Hay que adoptar una serie de medidas de discriminación positiva para proporcionar igualdad de oportunidades al colectivo de jóvenes. Los modelos están cambiando, de forma que muchas veces el Inaem no habla el mismo lenguaje y el joven no confía en las posibilidades que le pueden ofrecer los poderes públicos.

-¿Qué opina de la situación de pobreza que viven algunos trabajadores?

-Esa es otra de las preocupaciones del Inaem. Las cifras de desempleo descienden pero queremos que el empleo tenga las variables de calidad. El Inaem no va a poder atajar todos los problemas pero sí que tratamos de apostar por el contrato indefinido y no fomentar excesivamente los contratos a tiempo parcial. Tenemos que tratar también de que no se devalúen los salarios porque estamos observando que estos no crecen al ritmo que lo hace el empleo.

-¿Qué porcentaje de contratos canalizan las ETTs cada mes?

-En el primer semestre, el 22,8% de los contratos se realizaron a través de las ETTs. El Inaem establece colaboraciones puntuales con las agencias de colocación que están resultando muy eficaces.