Chocolates Lacasa ha dado un paso de gigante en su estrategia crecimiento en Europa. La compañía aragonesa anunció ayer la compra de la planta francesa de la SAS CB Chocolaterie de Bourgogne (fabricante histórico de Dijon) por medio de su filial Ibercacao. La operación, cuya inversión no ha trascendido, permitirá duplicar la capacidad productiva de la compañía y aliviará la situación de las cuatro plantas que Lacasa tiene en España -dos en Utebo (Zaragoza), una en Oviedo y otra en Quintanar de la Orden (Toledo)-, que se encuentran «a tope», según señalaron fuentes del grupo.

«Se trata de una super apuesta estratégica», recalcó a este diario el secretario general de la empresa aragonesa, Fernando Lacasa. La compra de esta «macrofactoría» en territorio francés abrirá la puerta de par en par al principal mercado del grupo para crecer durante los próximos años: Europa. Tanto es así, que la hoja de ruta de la firma aragonesa contempla incrementar las exportaciones en el viejo continente hasta alcanzar el 50% del total del negocio (actualmente representan el 22%) gracias a la ofensiva comercial que quiere lanzar en países como Italia, Francia, Reino Unido, Alemania o Bélgica, donde ya está presente la marca aragonesa.

NUEVOS PRODUCTOS

La planta francesa, que cuenta con una superficie total de 57.000 metros cuadrados, comenzó ayer a funcionar como uno de los activos clave para el futuro de Chocolates Lacasa. De hecho, su adquisición permitirá «elevar la capacidad de producción de chocolate en todos sus formatos y entrar a fondo en el mundo de las barritas de cereales, así como su consolidación en los mercados internacionales desde Francia», recalcó la compañía a través de un comunicado.

La nueva factoría, que perteneció al grupo suizo Nestlé hasta el año 2007, también contribuirá a elevar la facturación de Chocolates Lacasa alrededor de un 20% más. Así, la planta de Dijon podría alcanzar una cifra de negocio de 25 millones de euros, que se sumarían a los 135 millones de euros que generó el grupo aragonés en el 2016.

NUEVA ETAPA

La compra de los activos de Chocolaterie de Bourgogne supone un punto de inflexión en el horizonte de la compañía, según reconoció ayer su secretario general. La operación de compraventa de activos se negoció con el Tribunal de Comercio de Dijon, ya que la firma gala se encontraba inmersa en un proceso concursal. La compañía atravesaba dificultades desde el 2015 en que se declaró en suspensión de pagos, antes de ser asumida por los fondos de inversión Nimbus y Varova y Plot Ghana, que respaldaron entonces el abastecimiento de cacao.

El concurso de acreedores provocó el despido de 125 trabajadores de una plantilla total de 180 personas, por lo que el grupo Lacasa comenzará su actividad con 65 puestos de trabajo. «Hemos realizado una selección de los que se quedarán en el proyecto», señaló Fernando Lacasa.

En cualquier caso, las expectativas de negocio son halagüeñas para una de la compañía familiar, ya que en un horizonte de cuatro o cinco años, la planta productiva podría dar empleo a unos 150 trabajadores, recalcó Lacasa. No obstante, anadió que la fábrica podría albergar un volumen de plantilla mucho mayor cuando se encuentre a plena capacidad productiva.

OBJETIVO: 200 MILLONES

La compra de los activos de la compañía francesa permitirá a Chocolates Lacasa dar el primer paso hacia el objetivo que se ha marcado en el medio plazo y que se traduce en superar la barrera de los 200 millones de euros en ingresos en el año 2020 (el doble de lo registrado en el ejercicio 2015).

La compañía subraya que los ejes de su estrategia pivotan sobre la mejora de la calidad del producto, un mejor servicio al cliente y a una mayor productividad. Todo ello se añade a un aumento de la fabricación de los productos de la marca que tiene su reflejo, por ejemplo, en el repunte de la fabricación de Lacasitos (uno de sus productos estrella del grupo aragonés) durante los últimos años. Así, mientras hace apenas cinco años Chocolates Lacasa fabricaban unos 13 millones de unidades, ahora esa cifra se eleva hasta los 30 millones de Lacasitos.

La compañía, con sede central en Utebo, ha apuntalado en los últimos años sus inversiones (casi 7 millones de euros en el último año) en maquinaria, adecuación de líneas y ampliaciones.