El carbón volvió a ser ayer uno de los grandes protagonistas del debate en el Pleno de las Cortes de Aragón, en el que se repitieron los llamamientos al Gobierno de España por que tome la iniciativa en la búsqueda de soluciones para salvar de la quema la térmica de Andorra. El presidente Javier Lambán pidió al ministro de Energía, Álvaro Nadal, que «traslade al papel» la defensa «de boquilla» que hace del sector. «Ni subastas ni cosas raras, lo que tiene que hacer es ir a Bruselas y negociar la declaración de reserva estratégica -para esta intalación-», afirmó. Solo así, agregó, se desbloqueará la inversión de 180 millones de euros que Endesa debe hacer para evitar el cierre de la central turolense en el año 2020.

Lambán, que compareció en el Parlamento a petición propia para explicar las gestiones que está llevando en esta materia, restó así valor a la idea de subastar «desde un euro» las térmicas de carbón si sus propietarios deciden su cierre, una medida que según diversos representantes del PP está barajando adoptar el Gobierno central. También rechazó que Nadal se ponga «gallito» contra Enel o amenace con nacionalizaciones «en plan Hugo Chavez», en referencia a las duras críticas que el ministro vertió la semana pasada en el Senado contra el grupo italiano, propietario del 70% de Endesa.

En este sentido, responsabilizó a Manuel Pizarro, expresidente de Endesa y exdiputado del PP, de que la eléctrica española haya acabado en manos extranjeras para evitar que se aliara con Gas Natural.

El presidente subrayó asimismo que la decisión de cierre no está tomada, entre otras cosas porque no ha sido comunicada al Ministerio de Energía, que debe autorizarla. No obstante, advirtió, «el tiempo se echa encima» sin que se tomen decisiones para prolongar la vida de la central.

El PP, contra Enel / Por su parte, el nuevo líder del PP aragonés, Luis María Beamonte, instó a Lambán y al PSOE a «no perder más tiempo buscando más culpables que soluciones», al tiempo que cargó contra Enel, que «solo le preocupan sus dividendos y no España». En esa línea, contrastó la posición de Endesa con la de otras compañías, como EDP, que sí están invirtiendo en térmicas de carbón nacional. Sobre la actuación del Gobierno central, aseguró que no va permitir el cierre de la central «sin justificar técnicamente que no es viable la inversión», algo que todavía Enel «no ha demostrado».

Román Sierra, de Podemos, lamentó que Endesa haya tomado «como rehenes» a los habitantes de las zonas mineras «pidiendo un rescate, en forma de ayudas para acometer su inversión». Desde el PAR, Arturo Aliaga instó a Madrid a «encontrar una fórmula» que libere la inversión «y no cosas raras de subastas».

Por otra parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, lamentó ayer en su visita a Zaragoza la difícil situación que vive el sector del carbón. Así, recordó que en otros países europeos los pactos que ha habido entre empresas y Administración han dado como resultado «el cierre» del sector, si bien consideró que en España «esta conclusión todavía no se ha dado». «Son las empresas y el Gobierno los que deben decidir su futuro», señaló.