El presidente de Aragón, Javier Lambán, quiere que el proyecto de instalación de Guissona en Épila sea asumido como propio por todos los grupos políticos aragoneses. El jefe del Ejecutivo autonómico compareció ayer en la sesión plenaria de las Cortes para pedir consenso en un proyecto que requiere de unidad, dijo, frente a los agoreros «somardas» que lo puedan poner en duda. Se trata, apuntó Lambán, de la mayor inversión (400 millones) y del proyecto con mayor impacto en el empleo (4.000 trabajadores directos y 5.000 indirectos) de esta legislatura y requiere de apoyo político porque abarcará un periodo más amplio, aunque nunca ha faltado en la sociedad aragonesa una «corriente somarda» ni un «nihilismo catastrofista» como ocurrió en el pasado con la llegada de Opel, sentenció.

Lambán compareció en las Cortes para explicar el convenio firmado con el grupo catalán y el ayuntamiento de Épila (Zaragoza), cuyo objetivo es replicar en este municipio su centro de producción de Lérida. El presidente aragonés avanzó que el próximo martes se publicará el convenio íntegro en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) y explicó, respecto a las inversiones, que la empresa revertirá al Gobierno las expropiaciones de terrenos, por lo que no será un coste para las arcas autonómicas, y que se va a apoyar al ayuntamiento en la construcción de infraestructuras.

Épila tendrá que invertir entre 10 y 15 millones de euros para construir las infraestructuras necesarias que faciliten la llegada de BonÀrea, indicó. Es decir, los accesos, los conductos de gas, la electricidad, entre otros. «Hay que apoyar al ayuntamiento con esa inversión, porque es una obligación municipal llevarla a cabo en cualquier polígono industrial. Por lo tanto, no es una subvención a la empresa», quiso dejar claro el presidente aragonés.

ENFRENTAMIENTO / Desde el PP, Ricardo Oliván afeó a Lambán su falta de generosidad al no reconocer los méritos de los gobiernos de Marcelino Iglesias y Luisa Fernanda Rudi para la instalación de Guissona y criticó la «sobreactuación», rozando «la imprudencia», quizá por los problemas que existen por la falta de presupuesto y de gobernabilidad, A ello, Lambán respondió: «El acuerdo con Guissona vale más que toda su gestión durante cuatro años. El trato más generoso que le puedo dar al Gobierno anterior en relación a Guissona es, precisamente, no hablar sobre cómo trataron a la empresa», indicó.

Mientras, Podemos, reclamó transparencia para que los aragoneses puedan conocer el convenio dados los precedentes con otros proyectos, como la instalación de Inditex en la plataforma logística de Zaragoza (Plaza).

IU, por su parte, confió en que no sea de esos grandes proyectos que queda en «agua de borrajas» y pidió que el Gobierno explique las garantías que va a exigir a la empresa.

Los grupos parlamentarios del PAR, CHA y Ciudadanos reconocieron la importancia de la inversión e indicaron la relevancia para el sector agroalimentario aragonés. No obstante, se mostraron prudentes a la espera del desarrollo del proyecto.