El presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, solicitó ayer a la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, que la transición energética que propicia Moncloa sea «justa y sin traumas» en cuestiones como el carbón o la automoción. Aseguró además que no va a admitir el cierre de la central térmica Andorra para el 2020, como auguró el día anterior la ministra de la cartera energética, Teresa Ribera.

En su opinión, «es imposible» que se clausure la central turolense en ese año sin causar «daños irreparables» a las cuencas mineras y al propio sistema energético español para garantizar el suministro en determinadas épocas del año. «No lo puedo admitir», sentenció.

En el encuentro, el presidente aragonés recordó a la ministra Batet que en Bruselas se estudian fórmulas concretas para solucionar los problemas de la legislación europea y alargar la vida de las térmicas hasta que sean prescindibles. Pese a ello, Lambán expresó la «complicidad» del Ejecutivo autonómico con las políticas de transición energética «porque es un camino que necesariamente tenemos que recorrer todos, comunidades, países y ciudadanos».

efectos en la Automoción / En declaraciones a los medios de comunicación, alertó asimismo de que «la aplicación de determinados ritmos en cuanto a las emisiones de gases por parte de automóviles en las ciudades resentiría gravemente» al sector de la automoción, «fundamental para Aragón», por lo que insistió en la necesidad de una «transición energética correcta, poco a poco», por lo que abogó por flexibilizar este proceso de cambio.

Tras la visita a Bruselas, Lambán aseguró en un comunicado que pondrá en común criterios y conclusiones, tanto con la ministra Teresa Ribera como con los presidentes de Asturias y Castilla-León, territorios que comparten idéntica problemática, «con la voluntad de cumplir» la transición energética pero sin traumas, «sabiendo positivamente que existen fórmulas para alargar la vida de las centrales como la de Andorra».