El sector minero-eléctrico del carbón contiene la respiración por enésima vez. Las posibilidades de prolongar la vida de esta industria más allá del 2020 se apagan con el nombramiento de la nueva ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, partidaria de que España se aleje del mineral negro cuanto antes. El Gobierno de Aragón y las municipios mineros se oponen a un final acelerado. Lo volvió a advertir ayer el presidente autonómico, Javier Lambán, quien aseguró que la térmica de Andorra «sigue siendo fundamental para la pervivencia económica de Teruel». «Mientras no hayamos encontrado una alternativa sería una temeridad su cierre», sentenció convencido de que eso no ocurrirá por razones de garantía de suministro y para evitar que suba la electricidad.

El mandatario socialista reaccionó así a las palabras pronunciadas el lunes por la nueva ministra, que apostó por abandonar el carbón como fuente de energía y ofrecer una «transición justa» a las zonas dependientes del mineral. En este sentido, Lambán se mostró convencido que Ribera tendrá «sensibilidad suficiente» con este diagnóstico. En su opinión, prescindir en este momento del carbón, cuando todavía no está resuelto el asunto del almacenamiento de la energía procedente de fuentes renovables, encarecería «notablemente» el precio de la electricidad, además de que pondría en riesgo la supervivencia de buena parte de Teruel.

Para el presidente aragonés, el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez hereda del PP en este asunto, «como en tantos otros», una situación «complicada», puesto que la gestión del Partido Popular respecto a la minería del carbón ha sido «una página en blanco». Además, opinó que durante los siete años que Mariano Rajoy ha estado al frente del Ejecutivo central no tranquilizó «nunca» a Aragón respecto al futuro de la central térmica de Andorra, propiedad de Endesa.

«El Gobierno del PP, además de engañarnos clamorosamente en algunas ocasiones, no ha hecho absolutamente nada por asegurar la supervivencia del carbón ni por buscar alternativas en las cuencas mineras», lamentó Lambán, quien recordó que el plan para la reconversión del sector a aplicar en Asturias, Castilla y León y Aragón entre el 2013 y el 2018 «se ha incumplido de manera clamorosa», con una prórroga hasta el 2022 y 132 millones de euros en lugar de los 250 prometidos.

Ante esta situación, según Lam bán, la nueva ministra apuesta por una transición hacia las renovables que no produzca «quebrantos» en los territorios ni en el sistema energético español, algo que comparte la DGA, que quiere hablar con Ribera en cuanto tenga la oportunidad de hacerlo.