Apartir de hoy los ciudadanos estadounidenses, también cubanos nacionalizados, podrán demandar a aquellas compañías con negocios en propiedades que fueron confiscadas con el triunfo de la Revolución cubana. El artículo III y IV de la ley del embargo estadounidense sobre Cuba, conocida como Helms-Burton, entrará por primera vez en funcionamiento y la incertidumbre planea sobre las empresas españolas. La mitad de los proyectos de inversión en Cuba provienen de países de la Unión Europea y España es el principal inversor en sectores como el turismo con empresas como Meliá, Iberostar, Barceló, Globalia, Sercotel, NH, Blau o Roc.

La mayoría de compañías prefieren no mojarse sobre los rumores. Otras como Meliá destacan que no tienen propiedades ni participaciones de bienes objeto de una reclamación. «De dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros», advierte la cadena hotelera en un comunicado. Desde Barceló Hotel Group aseguran no estar «en absoluto» preocupados porque su situación en Cuba es a través de contratos de gestión «no hay inversión, ni por lo tanto, riesgo», dicen.

Pero los expertos advierten que la situación es tan excepcional que, muchas compañías podrían no saber siquiera si esta nueva situación les podría afectar, de qué manera y cómo deberían reaccionar. «Lo fuerte es que afecta a empresas extranjeras que hacen negocios en Cuba que pueden no saberlo», dice el socio del despacho Andersen Tax & Legal, Ignacio Aparicio.

El abogado aclara que el concepto de traficar que incluye la norma es tan amplio que podría ocurrir que una empresa trabaje de forma «muy, muy indirecta con una propiedad confiscada tras la Revolución que pueda verse afectada». «Cualquiera que haga una interpretación amplia de traficar podría hacer uso de esa ley, que está hecha con trazo grueso y el concepto legal de la definición es muy amplio. Además no todos los que pueden reclamar están registrados», explica el socio de Lupicinio Abogados, José María Viñals.

RECLAMACIONES REGISTRADAS

En la actualidad, hay registradas alrededor de 5.900 reclamaciones por valor de alrededor de 9.000 millones de euros de empresas con nombres conocidos como Coca Cola, Exxon, Dupont, Texaco, Colgate o Goodyear. Pero a estas se podrían sumar nuevas reclamaciones de exiliados cubanos en Estados Unidos, lo cual enredaría todavía más el lío judicial.

Europa tienen dos normas antídoto que prohíben el cumplimiento de cualquier obligación relacionada con la Helms-Burton y permite a las empresas europeas resarcirse contra los bienes que los demandantes tuvieran en Europa. Por eso, muchas sociedades estadounidenses no se atreverán a llevar a cabo acciones legales porque las consecuencias «podrían ser terribles para ellas», explica José María Viñals.