La pregunta es: ¿cómo la empresa que lidera el mercado mundial de la plastilina ha podido llegar a los 75 años con la salud de un roble en plena era de la Play?. "Es que, por muchos videojuegos que existan, los niños siempre necesitarán tocar, crear o hacer dibujos", asegura Alejandro Tejedo, consejero delegado de la firma JOVI.

Su padre, Vicente Tejedo, y su tío, José Salvador, crearon la empresa en 1939, recién acabada la guerra civil, en el altillo de una casa de un barrio de Barcelona. Entre los dos inventaron una mina hexagonal para lápices escolares y un perfilador para maquillar los ojos, que comercializaron con la marca JOVI, uniendo las dos primeras sílabas de sus nombres. Así nacieron las dos líneas de la empresa, la de artículos para la educación artística y la de maquillaje, menos conocida.

José era el químico genial y Vicente, el gran comercial. Entre los dos inventaron productos y máquinas propias para hacerlos realidad, desde los primeros bolígrafos fabricados en España, a mediados de 1950, hasta la plastilina, el gran golpe comercial, en 1964.

Y ¿cómo es la plastilina? "La nuestra es una base vegetal con ceras, aceites y pigmentos. Hoy hay quien la fabrica con bases minerales, pero la vegetal pesa menos, sus colores son más limpios, su toxicidad casi nula y es menos sensible tanto al frío como al calor. Nosotros vendemos el mismo producto en Arabia Saudí que en Suecia", explica Tejedo.

JOVI factura 13,5 millones de euros. La empresa tiene un pie en 80 países. Exporta el 50% de sus productos para la educación artística y el 80% de sus lápices para cosmética, más de 450 referencias que se producen en una planta de 10.000 metros cuadrados en la localidad de Rubí (Barcelona). "Externalizar sería el fin, porque no nos permitiría controlar los procesos de producción totalmente", afirma Tejedo.

JOVI planea un plan de expansión a cinco años vista con el objetivo de consolidar y ampliar sus mercados internacionales. La marca espera aumentar las ventas en un 50% y alcanzar los 22 millones de euros de facturación. "Sobre todo queremos entrar con fuerza en Estados Unidos y aumentar nuestra presencia en Japón, donde no hemos vendido todo lo que toca", señala Tejedo. "El crecimiento ha de venir por la vía de la exportación", añade.

JOVI trabaja sin urgencias. Tejedo explica que su empresa no ha sufrido las restricciones del crédito porque siempre se han apoyado en fondos propios. Sus ventas en España se redujeron un 3% y un 4% en los peores años, pero ahora crecen a un ritmo de más del 10%.