Muchos países de Europa cuentan con normativas específicas para ayudar a familias, autónomos o pymes que no pueden hacer frente a sus deudas, las llamadas leyes de segunda oportunidad. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se mostró ayer partidario de aprobar una regla similar en España, pero también advirtió de los riesgos que esto supone.

Incluso instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), admitió, han recomendado a España actuar en este sentido. "Es un tema a estudiar. Es verdad que España es una excepción y el Banco de España no cree que sea un disparate estudiar qué se puede hacer. Pero hay que encontrar un contenido razonable y útil, y ver los tiempos en que esa reforma se acomete, porque no es igual una reforma de ese tipo en un momento de estabilidad financiera, crecimiento económico y crédito normalizado que en un momento bien diferente", alertó durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, donde informó sobre las funciones de este organismo supervisor.

Una norma de este tipo puede tener "consecuencias complejas desde el punto de vista de la estabilidad financiera" del sector bancario, añadió Linde en respuesta al diputado de ICV Joan Coscubiela. Por ello, ofreció la colaboración del Banco de España para, "en la medida de sus posibilidades y sus fuerzas", aportar a esta "discusión razonable y racional".

En este sentido, abogó también por diferenciar entre "problemas sociales agudos, preocupantes, graves y penosos" pero "puntuales", como el de los desahucios. Estos, argumentó, "deben resolverse mediante actuaciones sociales puntuales", mientras que otros problemas más amplios han de afrontarse de "forma general".

SALARIOS DISTINTOS

Linde también apoyó dejar atrás la época de la austeridad de los sueldos, pero no para todas las empresas. "No debemos estimular las subidas salariales generalizadas. Hay que distinguir bien las empresas que pueden de las que no pueden", esgrimió.

El gobernador del Bando de España también afirmó que el crecimiento y la inflación pueden ser "muy bajos durante mucho tiempo" pero negó indicios de recesión o deflación en Europa. También advirtió de que podrían ser necesarias medidas adicionales para alcanzar el objetivo de déficit publicado establecido para el año que viene. La reunión del Banco Central Europeo (BCE) de diciembre, adelantó, será "muy importante" de cara a nuevas medidas extraordinarias.