La economía ha mejorado pero todavía quedan retos importantes por afrontar. Este es el diagnóstico que el Banco de España realiza es su informe anual, en el que subraya que el alto desempleo sigue siendo la carga "más pesada" que ha dejado la crisis. Para combatirlo, el organismo gobernado por Luis María Linde reclama que las empresas tengan aún más libertad para fijar los sueldos.

"Resulta necesario un seguimiento de los desarrollos del sistema de negociación colectiva, en particular de los avances en el ámbito de la flexibilidad salarial, singularmente para las empresas de menor tamaño, así como en el grado de descentralización del sistema", advierte el documento.

El supervisor financiero asegura que "se ha traspasado el umbral crítico de la creación de empleo", pero advierte que la tasa de desempleo se reducirá "lentamente" y que existe el riesgo de que el paro estructural -no dependiente del ciclo económico—se consolide en niveles muy elevados.

Para combatirlo, propone también "rediseñar en profundidad” las políticas activas de empleo (está planteado, recuerda, un nuevo sistema que incremente la relación entre los fondos percibidos y la efectividad de los programas de cada autonomía). Y destaca que está "aún en fase de preparación” la estrategia para la aplicación de la garantía juvenil, que deberá ofrecer actividades de formación o apoyo en la búsqueda de empleo a jóvenes parados.

REDUCIR EL DÉFICIT

En la introducción del documento, Linde advierte que la reducción pendiente del déficit es "todavía importante". El Banco de España estima que recortar el desfase de las cuentas públicas hasta el objetivo pactado con Bruselas para el 2016 supondrá una bajada adicional del déficit estructural de 2,5 puntos, mientras que para lograr que la deuda caiga por debajo del 100% del PIB en 2017 habrá que reducir el déficit primario en 6,4 puntos, con lo que el margen para políticas expansivas es "reducido".

El supervisor alerta de que esto objetivos no se lograrán solo con la "mejoría de la situación cíclica" de la economía. Por ello, reclama un "programa de consolidación fiscal de medio plazo bien definido", con una estructura de gastos e ingresos públicos “más favorable” al crecimiento que se base en una “evaluación y revisión integral del gasto público del conjunto” de las administraciones públicas.

Por el lado de los ingresos, el organismo pide utilizar la inminente reforma fiscal para aumentar los impuestos indirectos y rebajar las cotizaciones sociales. Además, advierte que la "amplia batería de beneficios fiscales existentes" y la "alta evasión fiscal" hacen que España tenga menos capacidad recaudatoria que la media de países europeos pese a que los tipos de los principales impuestos sean iguales o superiores.

REFORMAS

Linde destaca que las medidas del Banco Central Europeo han dado "margen de tiempo" a los países para llevar a cabo reformas estructurales, una tarea pendiente “todavía importante” para España. En este sentido, el supervisor subraya la necesidad de seguir reduciendo los costes laborales y conteniendo los márgenes empresariales y de una reforma de la educación universitaria y la formación profesional.

También plantea que la ley de unidad de mercado depende de la voluntad de colaboración de autonomías y ayuntamientos, destaca las dificultades a las que se enfrenta la reforma eléctrica y lamenta el retraso de la ley de servicios y colegios profesionales. Además, pide que en la próxima reforma de la financiación autonómica se racionalicen los gastos y haya una mayor vinculación entre estos y los ingresos.