El ministro británico de Economía, George Osborne, anunció ayer una nueva tasa, bautizada como Impuesto Google, que gravará con un 25% los beneficios de las multinacionales que desvían sus ganancias a otros países para aprovechar regímenes fiscales más favorables, a pesar de generarlas en el país. Es el caso del conocido buscador por internet, Facebook o Amazon. El ministro de Economía dijo que, con el impuesto, de cuya compleja aplicación no dio detalles, se podrá recaudar 1.000 millones de libras (1.200 millones de euros) en los próximos cinco años.