Las características del actual mercado laboral han provocado que la pérdida de un empleo cuando se superan los 50 años se convierta en sinónimo de pesadilla. Sin embargo, el zaragozano José Lasala tuvo muy claro desde el momento en que se quedó en paro a los 54 años que no quería sucumbir a lo que, en principio, deparaba el mundo del trabajo a un desempleado de su edad. Así, tres meses después de quedarse sin trabajo, surgió la posibilidad de acceder al traspaso de un taller de carpintería. No se lo pensó. Sus ganas de seguir trabajando y sus 40 años de experiencia en la madera fueron el motor que permitió a Lasala comenzar a tallar su nueva andadura laboral a través de su propio negocio.
Lasala apunta que trabajadores de su edad, por mucha experiencia que tengan, no cuadran en los perfiles de los profesionales demandados por las empresas. "Sin embargo, yo tenía que seguir trabajando si quería seguir comiendo", apunta este carpintero. "No me paré a pensar dónde me estaba metiendo. Pero mejor, porque si no, no sé si me hubiera lanzado", asegura Lasala. No obstante, afirma no arrepentirse de la decisión que tomó en su momento, al tiempo que incide en la satisfacción con la que deja cada día su taller, situado en Arzobispo Apaolaza.
"El trabajo siempre es más gratificante que estar tumbado en el sofá de tu casa viendo la televisión y dándole vueltas en la cabeza a tu situación. Esta fue otra de las razones por las que me decidí tan pronto. No quería que la depresión se apoderara de mí y me quitara las ganas de hacer cosas", explica este emprendedor, mientras destaca que no había estado en paro nunca.
Asimismo, recalca que, en gran medida, su proyecto es hoy una realidad gracias al respaldo recibido por la Fundación Federico Ozanam y por Caja Inmaculada (CAI), que le concedió el microcrédito del ICO --préstamos en condiciones preferentes a personas con pocos recursos-- para financiar la operación. Sin embargo, la madera emprendedora de este carpintero no ha pasado desapercibida y se ha visto reconocida con el Premio Microcrédito ICO al mejor proyecto presentado por parados, galardón que recibió el lunes en Madrid.
