El Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza (Etopia) acogió esta semana un congreso en el que se analizó el futuro de las ciudades inteligentes. Este diario charló con Manuel Meijide, uno de los mayores expertos en la materia en España y encargado de desarrollar el sistema de gestión inteligente de La Coruña.

--¿Cómo deben ser las ciudades del futuro?

--En mi opinión, el objetivo es hacer la vida más fácil a las personas y permitir al ciudadano disponer de más tiempo libre. Ese es uno de las grandes retos de las smart cities: dar mejores servicios y más tiempo a las personas haciendo más eficientes las gestiones del día a día.

--¿Por ejemplo?

--Uno de los aspectos que se tienen más en cuenta, sobre todo en las ciudades grandes, es el de la movilidad. Poner herramientas para saber cuáles son los mejores trayectos o los mejores transportes en cada momento a tiempo real... También hay mucho por hacer en el ámbito de la cultura y el ocio. A veces nos pasa que hay un evento en la ciudad y nos enteramos el día siguiente por la prensa. De lo que se trata es de anticiparse y de que las aplicaciones conozcan nuestros gustos y nos den recomendaciones personalizadas. En el campo de la eficiencia energética también se verán grandes avances.

--El papel de la tecnología va a ser clave.

--Lo más importante es disponer de toda la información posible a través de sensores para que las decisiones que tomemos sean las más adecuadas. El reto a nivel global es que no sea solo un sistema que solucione problemas, sino que también se anticipe a ellos para que no lleguen a suceder.

--Se abre una oportunidad de negocio para muchas empresas.

--Por supuesto. De hecho, muchas veces se asocian las smart cities a las grandes empresas tecnológicas, pero en realidad los emprendedores y las startups van a ser los grandes protagonistas del sector.

--¿Qué ciudades son líderes en esta materia?

--Amsterdam, Nueva York o Londres van marcando el camino, pero en ámbitos concretos como la movilidad, la eficiencia energética o la seguridad. Lo que aún falta de cuajar son esos proyectos integrales de ciudad que cubran todas las áreas. Y en ese sentido España es puntera con localidades como Santander o Málaga. La Coruña, por ejemplo, es un caso singular porque se ha planteado con esa transversalidad para que todo lo que se haga tenga un ámbito smart. Lógicamente, estos proyectos integrales son más fáciles de aplicar en localidades pequeñas o en megaciudades que van a acoger un gran evento, como está sucediendo con Río de Janeiro. De hecho, estas se convierten en punta de lanza de lo que se desarrollará en el resto de las ciudades.

--Entonces, ¿España goza de buena salud en esta materia?

--Absolutamente. Hay muchas ciudades en las que se está trabajando muy bien. Prueba de ello es que el congreso mundial más importante se celebra en España. Además, en las nominaciones del año pasado a mejor proyecto de ciudad smart, de las cinco primeras, dos eran españolas (Rivas Vaciamadrid y La Coruña).

--¿Hacia dónde se encamina el futuro de las ciudades inteligentes?

--Se trata de ir un paso más allá. No buscar simplemente un dato, sino interconectarlos entre sí. Juntar todos esos ingredientes y que los grandes chefs cocinen grandes platos con ellos. Así, por ejemplo, se crearán empresas que asesoren a otras que quieran saber cuál es la mejor zona para montar un negocio o las aplicaciones para buses analizarán el tráfico para saber qué línea es mejor para llegar antes.