En el primer trimestre del 2008, cuando la mayor crisis de la historia todavía no había estallado con toda su crudeza, la tasa de desempleo en las cinco comunidades que sacan peor nota laboral era ya superior al 14%. El paro estructural de Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla era ya muy superior al de la media nacional, situada en el 9,63%, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Cinco años después, la tasa de paro de esas cinco autonomías sigue siendo muy superior a la media del 26,03% con que se cerró el 2013. La escalada del desempleo afectó con rapidez a los cinco territorios, que no han podido reducir el diferencial.