Los consejos que el Ecofin envió a Alemania cuando decidió no abrirle procedimiento sancionador en noviembre del año pasado eran idénticos a los que dictó a Francia. Fundamentalmente, situar el déficit por debajo del 3% antes del 2005, rehacer su plan para cumplir los objetivos marcados, tender al déficit cero y rendir cuentas cada seis meses.

Alemania, junto a Francia, está actualmente en su tercer año de déficit excesivo.

El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, consideró que la sentencia confirma que los ministros de Economía siguen siendo quienes deciden en el proceso sancionador: "Son los señores del proceso", manifestó. En declaraciones a la agencia de noticias alemana Dpa, Eichel llamó la atención sobre el hecho de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea haya declarado que el Consejo de Ministros no estaba obligado a seguir las recomendaciones de la Comisión Europea.

Eichel entiende que la sentencia incita a las instituciones comunitarias a cooperar más. Posteriormente, su ministerio emitió un comunicado en el que se felicitaba porque el tribunal indicara "claramente" al consejo y a la comisión que deben colaborar en la aplicación del pacto de estabilidad. "Nos congratulamos de que la sentencia demuestre que en el procedimiento por déficit no hay automatismos", y de que se reconozca que "el consejo tiene un amplio margen de maniobra, que en esta ocasión ha utilizado".

"Ha sido una sentencia muy sabia", concluyó Eichel, quien señaló que es también muy importante que se reconozca que a la hora de aplicar el pacto se deben tener en cuenta todos los aspectos económicos y financieros. El ministro alemán de Finanzas quiere interpretar la sentencia como la confirmación de que el consejo no actuó contra el derecho comunitario al no abrir procedimiento contra Berlín. Desde su punto de vista, el fallo judicial también pone de relieve, contrariamente a lo que algunas voces han proclamado, que Alemania "no ha roto el pacto de estabilidad".