La entrevista de empleo se ha convertido en el principal objetivo para la búsqueda de un puesto de trabajo. Pero antes hay que superar el temido currículo o 'curriculum vitae' y su aceptación. En un entorno laboral de máxima competencia y escasas expectativas, el buen hacer del currículo puede allanar el objetivo de encontrar empleo. Sin embargo, los contratadores han detectado en los últimos tiempos que los aspirantes tienden a inflar excesivamente su historial laboral y formativo con el objetivo de diferenciarse de la competencia. Curiosamente, ese es el principal error a la hora de buscar empleo.

Perfil adecuado

La hiperformación, la superexperiencia y la megamotivación son los tres errores básicos a la hora de conquistar una ansiada fuente de ingresos regular. La razón va contra la lógica pero suele aplicarse a rajatabla en las duras condiciones de competencia actuales. La adecuación del perfil al puesto de trabajo ofrecido es la clave.

Vidas inventadas

Los profesionales dedicados a la contratación de personal esperan que el currículo sea la expresión clara y concisa de informaciones sobre los datos personales, la formación y la experiencia profesional de la persona que aspira a un empleo. Pero la competencia aprieta y las esperanzas de los seleccionadores de personal chocan con la realidad de vidas inventadas y burdas estratagemas fruto de la desesperación. Para quien busca trabajo lo más relevante es conseguir la entrevista personal, ya que ésta será la clave final para convencer o descartar al aspirante.

Contra la amenaza

Si para un puesto de reponedor en un supermercado se presenta un aspirante con tres carreras y experiencia en la dirección de equipos, lo más probable es que el responsable de la contratación prefiera una alternativa que no suponga una amenaza a su propio puesto. Así, la sobreformación y la exageración del currículo son errores de bulto cuando lo que se desea es una fuente de ingresos urgente y poner punto y final a un paro prolongado.

Rastrear el engaño

Los expertos en la selección de personal consideran elemento básico para la contratación que el currículo destaque especialmente los elementos que estén en perfecta adecuación con la función que se debe desempeñar, pero sin mentir. Decir que se ha trabajado en tal o cual lugar puede ser facilmente comprobable. Lo mejor es que quien busque un puesto de trabajo modifique su historial de manera acorde al puesto de trabajo. Con internet, los recursos para rastrear el engaño están al alcance de cualquiera. Las redes sociales son otro elemento básico para los investigadores y ponen en evidencia las aficiones y amistades del aspirante. Lo que no se explica en el currículo es una muestra de inteligencia del aspirante.

Estructura del currículo

En el capítulo de la forma de presentación parece haber consenso. Suele ser el mejor currículo el que destaca lo importante en las primeras líneas y no supera los dos folios. El formato cronológico inverso es el preferido por los contratadores.

El escollo de la entrevista

Una vez pasado el escollo del currículo viene probablemente lo más complicado, ya que en la entrevista personal se incluyen las iniciativas de psicólogos dispuestos a desentrañar las debilidades del aspirante. Así, no es extraño el plantear preguntas inesperadas y aparentemente sin sentido para poner a prueba la personalidad del interrogado. Son cuestiones del tipo "si se hiciera una película sobre tu vida, ¿quién te interpretaría y por qué?", o "¿cuál fue el último regalo que hiciste y a quíén?", o "¿qué es lo más gracioso que te ha pasado recientemente?". ¿A quíen votas habitualmente? ¿Estás dispuesto a cambiar de país? ¿por qué abandonaste tu último empleo? Ante todo mucha calma y no mostrarse violento.