La iniciativa legislativa popular para implantar una renta mínima, impulsada por los sindicatos CCOO y UGT y respaldada por más de 700.000 firmas, salvó ayer el primer trámite al ser apoyada en el pleno del Congreso de los Diputados por 177 votos frente a los 165 de PP y Ciudadanos, que han considerado «inasumible» esta renta de 426 euros mensuales para las familias sin recursos.

Esta actitud fue muy criticada por los líderes sindicales Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT), que siguieron el debate desde la tribuna del público de la Cámara Baja. Ambos dirigentes se mostraron contrariados por la «falta de sensibilidad» del Gobierno central, que estuvo ausente del banco azul durante el pleno. Pepe Álvarez destacó el «cinismo insoportable» del Ejecutivo que justifica su oposición por el coste que representa cuando ha empleado más de 60.000 millones de euros en rescatar la banca o 5.000 millones en las autopistas.

En el debate parlamentario, el portavoz de Empleo del PSOE en el Congreso, Rafael Simancas, cifró en 12.000 millones de euros el desembolso de esta nueva prestación, mientras que la portavoz del PP, Susana López, elevó esta cantidad a 50.000 millones porque afectaría a entre 8 y 10 millones de personas.

Simancas comprometió a su grupo en asegurar una «vida digna» y cubrir una «carencia seria» en el sistema público de protección social. Recordó que hay 1,4 millones de familias con todos sus miembros activos en paro, 700.000 familias sin ingresos, 6 millones de trabajadores pobres con sueldos inferiores al salario mínimo, 3 millones de personas bajo el umbral de la pobreza, 3,5 millones en pobreza severa y 2 millones de niños pobres.

La iniciativa será tramitada ahora en la comisión y los grupos parlamentarios presentarán enmiendas. Podemos, por ejemplo, intentará incrementar la cuantía a los 660 euros ya que la aprobada «no es una cantidad suficiente para salir del umbral de la pobreza», dijo el diputado de la formación, Segundo González.

La portavoz del PP tachó de «demagogia» la postura de algunos grupos parlamentarios, pero expresó su «respeto» por los firmantes de la iniciativa a los que advirtió, no obstante, que es «absolutamente imposible» de cumplir.

Con este mismo argumento, Toni Roldán, portavoz de Economía de Ciudadanos, criticó al PSOE por «podemizar» sus políticas, con una iniciativa que «no se puede cumplir y acaba generando desconfianza» al ser «un caldo de cultivo perfecto para que emerja el populismo».