El manguerazo de 400.000 millones de euros que anunció ayer el BCE para este año está pensado para que llegue a la economía real, a las empresas y a los hogares, pero estos no podrán solicitarlo directamente y dependerán de lo que acaben haciendo los bancos, más pendientes de pasar las pruebas de solvencia europeas el próximo mes de noviembre que de prestar a la economía.

Así, el BCE celebrará dos subastas, en septiembre y diciembre del 2014. Los bancos tendrán derecho a solicitar en estas operaciones el equivalente al 7% de la cantidad total que conforme su cartera de préstamos al sector privado no financiero de la zona euro, excluyendo las hipotecas, a 30 de abril del 2014. Desde marzo del 2015 a junio del 2016, las entidades podrán solicitar en subastas trimestrales hasta tres veces la cantidad equivalente a su capacidad de crédito neto al sector privado.

Draghi advirtió ayer a los bancos que vigilará el destino de estos fondos para que lleguen a la economía. Los expertos creen que a corto plazo el efecto será menor.