El Departamento de Medio Ambiente ha otorgado la autorización ambiental integrada para la nueva factoría de fabricación de papel para ondular (SAICA-4), que se implantará en el polígono industrial El Espartal, en el término zaragozano de El Burgo de Ebro y que está promovida por Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa (SAICA). El departamento también ha formulado una declaración de impacto ambiental compatible del proyecto presentado. El mismo prevé la construcción de una planta de fabricación de papel para cartón ondulado, con una capacidad de 400.000 toneladas por año, utilizando como materia prima papel recuperado.

El grupo papelero, de capital aragonés, firmó el pasado 7 de noviembre el convenio para instalar dicha factoría en la localidad zaragozana, donde ya dispone de dos centros de producción. La nueva planta supone una inversión de unos 200 millones de euros, la creación de 110 empleos directos, 45 contratados y casi 900 indirectos. Las distintas factorías de SAICA mantienen una producción de 1,5 millones de toneladas anuales y la facturación total del grupo alcanza los 1.078 millones de euros.

Según se precisa en la resolución de la Dirección General de Calidad Ambiental que autoriza esta planta, en el periodo de información pública no se recibieron alegaciones y el Ayuntamiento de El Burgo de Ebro ha mostrado su conformidad con el proyecto. No obstante, la dirección general de Calidad Ambiental ha marcado varias prescripciones ambientales. Entre ellas, se encuentra la referida a la especie Margaritifera auricularia , que se encuentra en peligro de extinción, respecto a la que se deberá realizar una prospección previa de la zona de actuación con técnicos expertos y con la supervisión de los Agentes de Protección de la Naturaleza.

MINIMIZACION Por otra parte, y para minimizar los efectos sobre las aguas y las especies asociadas y cumplir con los objetivos del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de los Sotos y Galachos del río Ebro, se realizarán las obras en periodos de aguas bajas, de manera manual, sin la utilización de maquinaria pesada y las instalaciones que con la actuación queden en desuso serán retiradas del cauce y gestionadas adecuadamente. También se precisan cautelas arqueológicas.

Por lo que se refiere a las emisiones, la empresa realizará una medición de emisiones por organismo de control en el foco cada dos años, y mediciones periódicas por la propia empresa cada 15 días. Asimismo, la empresa presentará el Plan de Medidas de Inmisión, al menos seis meses antes del inicio de la actividad, para la aprobación por el órgano ambiental competente.

La compañía también tendrá que realizar, en el primer año de funcionamiento de la planta, un estudio trimestral de olfatometría, que se encargará a un Organismo de Control Autorizado (OCA).