Los paros llegaron ayer a Megasa. Los 240 trabajadores de la acería zaragozana mostraron así su rechazo al recorte de salarios (superior al 20%) planteado por la empresa, que quiere aplicar en el futuro el convenio provincial del metal. El encuentro de esta semana en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) fue infructuoso y, si todo sigue por el mismo camino, los paros, que ayer fueron secundados de forma «masiva» por la plantilla, se repetirán los días 13, 14, 18, 19, 20, 21, 24, 25, 26, 27 y 28 de enero.

Las relaciones laborales se han ido deteriorando desde que en el 2016 la compañía gallega adquirió la planta, hasta entonces en manos de Arcelor Mittal.

El nuevo patrono marcó pronto el cambio de rumbo. La dirección de Megasa planteó meter la tijera en el convenio colectivo, lo que despertó el malestar de la plantilla. Además, desde CCOO han denunciado varios despidos individuales desde entonces. El pasado diciembre, los trabajadores decidieron iniciar un proceso de movilizaciones durante todo el mes de enero.

El sindicato CCOO, mayoritario en el comité de empresa, denuncia que con Megasa la comunicación con los sindicatos «nunca ha estado normalizada». La situación ha llegado hasta tal punto que no se ha producido ninguna reunión en los últimos dos años, según destacó ayer la secretaria general de Industria de CCOO, Ana Sánchez.

Aunque el sector ha atravesado por dificultades en los últimos años, Megasa ha crecido de la mano de los Freire, una de las familias gallegas que aparecen en la lista Forbes. El grupo siderúrgico, que tiene su sede en Narón, ganó en el 2016 más de 64 millones tras facturar 844 millones, lo que permitió retribuir a los accionistas con 15 millones y otros 49 millones se destinaron a reservas voluntarias, según publica Economía Digital de Galicia. Mientras, el coste de personal se redujo el 11%, lejos de más del 20% que quiere aplicar en Zaragoza.