El secretario general de UGT, Cándido Méndez, considera que el problema que atraviesa la filial europea de General Motors (GM) es consecuencia de un problema de gestión vinculado a la globalización de la economía. Así, el máximo responsable del sindicato --que visitó ayer Zaragoza para participar en el foro organizado por el Instituto Aragonés de la Comunicación (Iacom)-- quiso dejar claro que el plan de ajuste anunciado por la compañía no podía vincularse ni a cuestiones salariales ni al trabajo que ha desarrollado la plantilla.

Méndez recalcó que debido al peso de la factoría zaragozana, "cualquier problema en la misma afecta a Aragón y al país". En este sentido, valoró el comportamiento de los sindicatos y de los trabajadores de GM España en los últimos años, "ya que han sabido adoptar medidas por la vía de la negociación para anticipar impactos de crisis futuras", como el último convenio colectivo. No obstante, lamentó que la gestión de la compañía hubiera supuesto "cierto despilfarro" de las mismas.

En todo caso, Méndez subrayó que el planteamiento de UGT es que toda medida de ajuste cumpla el requisito de la negociación y de la voluntariedad. Respecto a las movilizaciones desarrolladas en Alemania, el líder sindical señaló que se trataban de una respuesta lógica, ya que a la reestructuración anunciada por GM se suman los recortes sociales que prevé el Gobierno germano.