Las bolsas europeas habían anticipado un escenario de beneficios empresariales --el verdadero motor de los mercados, junto con los tipos de interés-- para el 2015 y el 2016 con crecimientos de entre el 10% y el 15%. Los analistas interpretan que las caídas de esta semana tienen mucho que ver con el hecho de que es posible que ese escenario ya no se cumpla. Por lo tanto, "los inversores han decidido ponerse en un escenario conservador de resultados empresariales antes de ver lo que realmente ocurre", comentó a este diario el director de una gestora bancaria. "Lo importante ahora, destaca, es ver si a medida que las grandes compañías dan a conocer sus cuentas --las del tercer trimestre comienzan a presentarse a finales de este mes de octubre-- se cumplen las previsiones anticipadas o, efectivamente, comienzan a acusar la dinámica de menor crecimiento que apuntan los datos macroeconómicos".

Aunque hay cierta coincidencia entre los analistas en puede producirse una caída, no todos los expertos sostiene esa misma opinión. "El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha revisado sus expectativas de crecimiento para el mundo a la baja. Pero el escenario que plantea, con un crecimiento del 3,3% en el 2014 no es diferente al del 2013", comentó el director general de la gestora de GCV Gaesco, Jaume Puig. "Con ese crecimiento, el año pasado las empresas fueron capaces de presentar crecimiento de resultados, No es previsible que las cuentas se resientan a corto plazo", agregó, con lo que considera que las actuales turbulencias de los mercados financieros pueden resultar más pasajeras de lo que cabe considerar en las actuales circunstancias.