El 2017 va camino de acabar con otro récord de contratos. Los registros de las oficinas del Servicio Público de Empleo (SEPE) echan humo con un aumento de las contrataciones del 44,5% desde el inicio de la recuperación del empleo en el 2014. Pero no todo lo que reluce es positivo porque ese récord de contratos se debe, además de a la recuperación de la actividad económica, a una temporalidad que impone sus normas en el mercado laboral.

Las oficinas del SEPE registran una actividad frenética con un alud de contratos registrados por las empresas. Entre enero y julio, se contabilizaron 12,4 millones de contratos de trabajo frente a los 11,3 millones del mismo periodo del 2016 y los 9,4 millones del 2014.

Con esas cifras en la mano es posible argumentar la mejora de la economía y del mercado laboral pero con una cara B menos positiva en forma de precariedad laboral. El récord de contratos va acompañado de un récord también de temporalidad con empleos fugaces de días o semanas.

En el conjunto de España, la precariedad queda patente con un 29% de los contratos con una duración máxima de siete días y alrededor de un 53% que no superan los tres meses. Se trata de datos del mes de junio puesto que el Ministerio de Empleo todavía no ha publicado el detalle de la contratación correspondiente a julio. Esa contratación precaria se concentra principalmente en un colectivo determinado con una edad que se sitúa entre los 16 años y los 30.

La precariedad laboral obliga a los demandantes de empleo a entrar y salir constantemente del mercado laboral, un movimiento que se refleja en el volumen de contratos mensuales y en las altas y bajas de la Seguridad Social. En julio pasado, el nivel máximo de altas de produjo el día 3, el primero laborable, con 520.301, mientras que las bajas se concentraron, como es habitual, en el último día del mes, con 346.550 extinciones de contratos.

A TIEMPO PARCIAL

El elevado nivel de precariedad laboral, que se aprecia también en una tasa de contratos a jornada parcial superior al 30%, ha hecho arreciar las críticas de los sindicatos con campañas virales y ha llevado a anunciar a Ciudadanos que presentará una propuesta de reforma laboral en otoño. La finalidad sería mejorar la calidad del empleo con el contrato único, que tiende a unificar el temporal y el fijo, como propuesta estrella.

El sector productivo protagonista durante el verano, en cuanto a contrataciones se refiere, es el turismo. La cifra de ocupados vinculados al turismo en el segundo trimestre del 2017 experimentó un aumento interanual del 1,8%, hasta los 2.527.306, lo que supuso 44.322 empleados más y un crecimiento del 1,8% respecto al mismo trimestre del año anterior.

Así se desprende de los datos publicados por el Instituto de Estudios Turísticos (IET), que añaden que en el segundo trimestre del 2017 el sector turístico contaba con una población activa de 2.886.581 trabajadores (ocupados y parados), un 0,8% y 24.103 personas más que en el mismo periodo del año anterior.