Un suministro básico como la luz ha pasado ha convertirse en un motivo más de contestación social. La carestía de la electricidad en España, la más costosa de la Europa continental y con un incremento acumulado del 70% desde el inicio de la crisis, ha generado una creciente indignación social. Pero la consecuencia más grave es que crece el número de hogares que no pueda hacer frente al pago de este recurso esencial (la denominada pobreza energética). Ante esta situación, un millar de personas salió ayer a la calle en Zaragoza para reclamar un "precio justo" en el recibo eléctrico, una convocatoria que partió de las organizaciones de consumidores y que se celebró en otras 22 ciudades española.

La manifestación, que por primera vez ha unido a todas los colectivos de consumidores de Aragón (UCA, Adicae, Torre Ramona, Facu, Informacu, San Jorge, Impoebro, Araco y Cesaraugusta), partió de la calle de San Miguel y finalizó en la plaza del Pilar, frente a la sede de la Delegación del Gobierno, donde Ignacio Quintana, catedrático de Derecho Mercantil, dio lectura a un manifiesto. En un ambiente festivo y a ritmo de timbales, los manifestantes expresaron su malestar contra las eléctricas y la política energética del Gobiernos con consignas como Se nota la usura, detrás de la factura o Manos arriba, esto es un atraco.

El establecimiento de tarifas sociales para los más vulnerables y la bajada del IVA del recibo de la luz del 21 al 4%, fueron algunas de las reclamaciones de las asociaciones. Desde Aicar-Adicae, su vicepresidenta, Ana Solanas, pidió también que se haga una "verdadera auditoría" que defina el déficit que mantienen los usuarios con las compañías. José Ángel Oliván, presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), clamó contra la "voracidad" de las eléctricas y la "complicidad" de los gobiernos.

MÁS PROTESTAS La protesta de ayer, la mayor de las celebradas hasta ahora por la polémica eléctrica, "no se va a quedar ahí" porque "dar el interruptor es algo que nos atañe a todos", advirtió la presidenta de la asociación Torreramona, Olvido Blasco. Esta asociación, al igual que UCA y Adicae, ha detectado un incremento de las reclamaciones por cortes de luz a personas que no pueden pagar el recibo.