El ministro alemán de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, señaló ayer que el gobierno ha ofrecido al grupo automovilístico Opel todo el apoyo posible para lograr que sea la central de Rüsselsheim la que se asegure la producción de los modelos que sucederán al Opel Vectra y al Saab 9.3 .

En su plan de reestructuración el consorcio estadounidense GM había anunciado que los dos nuevos modelos se fabricarán en una sola fábrica, lo que ha colocado a las planta sueca de Saab en Trollhaettan y a la de Opel en Rüsselsheim en directa competencia.

Clement dijo que ha prometido a la dirección de Opel que la Agencia Federal de Empleo respaldará en la medida de lo necesario la cualificación profesional de los trabajadores de Rüsselsheim y que además pondrá todo su empeño en que la compañía energética que proporciona suministro a la región fije precios competitivos. Por lo demás, añadió el ministro, los esfuerzos deben ser aportados por la propia empresa. Clement respondía así al reproche de que el Gobierno sueco ha hecho más --en infraestructuras--, por ayudar a la planta de Trollhaettan.