La italiana Banca Monte dei Paschi di Siena (MPS) reducirá su personal en 5.500 puestos de trabajo y procederá al cierre de un total de 600 sucursales hasta 2021, según el plan de reestructuración aprobado por la Comisión Europea y presentado ayer. Del total de trabajadores que saldrán de la entidad entre el 2017 y el 2021, el arco de tiempo del plan, 4.800 se integrarán en un plan de bajas incentivadas, 450 serán vinculados al cierre de actividades y 750 derivarán del «relevo fisiológico» de personal, mientras que se contratarán 500 nuevos empleados. De este modo estima que pasará de los 25.566 trabajadores que tenía a finales del año pasado a 22.115 en 2019.

Para redimensionar su estructura, el banco cerrará alrededor de 600 sucursales, para pasar de las 2.000 que tenía en 2016 a cerca de 1.400. Con este plan, la entidad italiana prevé registrar un beneficio neto superior a los 1.200 millones de euros en el 2021, con una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 10,7%.

Para sanear sus cuentas, el banco toscano procederá a la cesión de préstamos improductivos que acumula, que equivalen en bruto a 28.600 millones de euros, de los que 26.100 millones de euros a través de una «estructura de titulización», una operación financiada en parte por el fondo Atlante II.

AYUDAS PÚBLICAS / El cumplimiento de este plan y de los compromisos adquiridos de MPS con la Unión Europea y Roma será controlado por un organismo nombrado por la propia entidad. Este plan de reestructuración, aprobado por Bruselas, ha sido creado para permitir la recapitalización cautelar por parte del Estado, que destinará 5.400 millones de euros en ayudas públicas para garantizar sus continuidad. De este modo, el Estado, propietario actualmente del 4,02% de MPS, aumentará su participación a partir de julio hasta un 70% de su capital, según explicó el martes el ministro de Economía de Italia, Pier Carlo Padoan.