El ministro de Industria, José Montilla, ofreció ayer a los empresarios del sector de la automoción la negociación de un pacto industrial que incluirá la política salarial y de empleo. Destacó que cualquier modificación ha de ser fruto del consenso y del diálogo social, por lo que descartó la aprobación unilateral de la reforma laboral y fiscal que reclama la patronal (Anfac).

Montilla explicó, en un encuentro empresarial en la escuela de negocios IESE de Barcelona, que "se trata de instrumentar medidas que no supongan sólo una mera defensa de la actividad industrial", sino que contribuyan a convertir a España en un "entorno privilegiado" para la industria de alto valor añadido.

El Gobierno pretende que en el acuerdo participen los interlocutores económicos, sociales y territoriales, así como especialistas y analistas. Para Montilla, las claves de la competitividad de los fabricantes de automóviles y los proveedores de España es, además de la innovación, la flexibilidad interna para ajustar la producción a las ventas. Advirtió de que los salarios, que suman el 15% del precio de un coche, no son "el factor decisivo" del traslado de producción, ya que los grupos empresariales dan más importancia a la flexibilidad y a la ausencia de conflictividad laboral.

El sector puede tener problemas a largo plazo, añadió, por la escasa rentabilidad empresarial y la competencia de Europa del Este y de China. El ministro reiteró que los fabricantes han garantizado una inversión de 7.000 millones de euros hasta el 2006.

La intervención de Montilla se produjo el día después de que el presidente de Anfac, Juan Antonio Fernández Sevilla, pidiera una reforma laboral y fiscal que incluya la posibilidad de pactar en las empresas un contrato temporal de cinco a seis años.