La dirección de Seb-Moulinex anunció ayer el cierre de la factoría que la multinacional de pequeños electrodomésticos tiene en el municipio oscense de Barbastro antes del 30 de junio. Los responsables del grupo francés en España, que trasladaron la decisión al comité de empresa en una reunión celebrada ayer en Madrid, señalaron que el cese de la actividad en la planta altoaragonesa --en la que trabajan 270 personas-- es fruto del plan estratégico de la firma.

Según el presidente del comité de Moulinex en Barbastro, Juan José Leache (OSTA), el responsable industrial de la firma en España adelantó ayer a los representantes sindicales que el cierre de la factoría oscense constituirá el punto principal de la reunión que celebrará en Lyon el comité europeo de Seb la próxima semana. En cuanto a los argumentos esgrimidos por la compañía, "la única explicación que nos han dado es que los aparatos fabricados en Barbastro no pueden competir en rentabilidad con los que se producen en China", informó Leache. Todo ello hace suponer a los sindicatos que la multinacional trasladará la producción de Huesca a su planta asiática.

Los representantes sindicales señalaron haber acogido la noticia con "sorpresa e indignación", "más, cuando sabemos que la planta es rentable y que, además, la empresa no ha cumplido el acuerdo alcanzado con el comité en febrero del 2003 --tras anunciar 130 despidos-- por el que se comprometía a mantener el empleo dos años". Asimismo, Leache --que apuntó que se está estudiando la venta a otro fabricante-- incidió en las "graves consecuencias" que tendrá en el Somontano, "ya que afecta a 270 puestos directos y unos 150 indirectos".

Por su parte, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, Eduardo Bandrés, señaló que se trataba de "un caso típico de deslocalización, que no ha sido posible contrarrestar con las medidas de apoyo que hemos ofrecido". En este sentido, el consejero manifestó su malestar y apeló a que el cese de la actividad no respondía a ninguna situación de crisis --"ya que la planta tiene unos buenos resultados económicos y de productividad", recordó--, "sino que es una decisión basada en la reducción de costes".

Al entender que no existen razones objetivas para el cierre, Bandrés anunció que el Ejecutivo autonómico no aprobará ningún expediente de regulación que presente la empresa. Asimismo, el consejero señaló que ya se han apuesto a trabajar en la búsqueda de alternativas que minimicen el efecto del cierre.

Los responsables del Metal de CCOO y UGT Aragón, Paulino Martínez y Luis Tejedor subrayaron que la planta "ha sido y es rentable" y destacaron el fuerte impacto que el anuncio tendrá en el comarca. Para contrarrestar sus efectos, Martínez apostó por defender el empleo y dar una "respuesta sindical" al cierre, al tiempo que consideró que la multinacional "ha tomado el pelo al comité de empresa". Por su parte, Tejedor recordó a la empresa que "los despidos deben pasar por Trabajo" y que "sin razones no se puede aprobar un expediente".

El alcalde y presidente de la diputación de Huesca, Antonio Cosculluela, convocó en la tarde de ayer a la Junta de Portavoces, tras la cual, evitó hacer declaraciones.