Antonio de la Rosa Vázquez, uno de los principales inculpados en uno de los mayores escándalos del posfranquismo cuando era secretario del Consorcio de la Zona Franca, y padre del financiero Javier de la Rosa, encarcelado por el caso KIO , fue enterrado ayer en Barcelona. De la Rosa Vázquez falleció en un hospital de la capital catalana el pasado día 27, tras una larga enfermedad, según informó ayer Expansión.

Durante su etapa en el consorcio, se produjo un presunto fraude cuantificado en más de 7,5 millones de euros como consecuencia de la venta de fincas inexistentes entre 1975 y 1978. El asunto fue descubierto en 1980 y provocó la fuga de Antonio de la Rosa, que supuestamente se trasladó al extranjero. De esta forma eludió la pena por malversación de fondos públicos y falsedad que se le imputaban. Fue declarado en rebeldía, pero su ausencia impidió la celebración de un juicio.

En 1995, su hijo Javier de la Rosa, aseguró que su padre había muerto en París. Este extremo jamás fue verificado y no fueron pocos los testigos que dijeron haberle visto en más de una ocasión.

En 1997, la Audiencia Provincial de Barcelona archivó las actuaciones por el presunto fraude, tras haber transcurrido 15 años desde la fecha en la que se produjeron los hechos y, por tanto, haber prescrito los delitos imputados al exsecretario del consorcio. Semanas después, se supo que Antonio de la Rosa había regresado a Barcelona. Javier de la Rosa no asistió al funeral pese a solicitar permiso penitenciario.